Madres identifican a sus hijos entre las imágenes de los deportados a el Salvador: “no son criminales”
En el barrio Los Pescadores, al norte de Maracaibo, en el Estado Zulia de Venezuela, varios vecinos se reúnen frente a una casa de la comunidad. Las calles sin asfalto y las constantes dificultades, como la falta de agua, inundaciones tras la lluvia y la escasez de gas, son una constante en este lugar donde muchos han considerado irse en algún momento. Pero, este día, lo que unió a los vecinos fue una noticia aterradora: las madres de la comunidad comenzaron a reconocer, poco a poco, los rastros de sus hijos en un video que circuló ampliamente, mostrando a decenas de hombres deportados, entre ellos sus hijos, en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.
El impacto de la noticia de la deportación
El lunes 17 de marzo, el descubrimiento se hizo realidad cuando varias madres comenzaron a identificar a sus hijos en las imágenes difundidas desde El Salvador. Estas imágenes mostraban a los deportados enviados por la Administración de Donald Trump al CECOT, tras una deportación masiva en la que el presidente salvadoreño Nayib Bukele recibió a decenas de presuntos miembros de la banda criminal Tren de Aragua. Aunque nadie les informó oficialmente que sus hijos habían sido deportados, las madres, conocedoras de cada detalle sobre sus hijos, comenzaron a reconocerlos por rasgos físicos como tatuajes, la forma de su cabeza afeitada o la forma en que llevaban el cuello o la oreja.
El testimonia de la madre: Mercedes Yamarte
Mercedes Yamarte, madre de Mervin Yamarte, no pudo contener su dolor al ver el video en TikTok. En las imágenes, su hijo aparecía arrodillado, con la cabeza rapada y una camisa negra rasgada, junto a otros hombres que ingresaban al CECOT. Mercedes rompió en llanto mientras expresaba su desesperación: “Mi hijo no tiene ni antecedentes penales, mi hijo es un muchacho bueno, trabajador”. En el video, grabado por su sobrino Jair Valera, la madre aclaró que su hijo y los demás vecinos de Los Pescadores no eran criminales ni formaban parte de ninguna pandilla. “Nuestros familiares se entregaron voluntariamente a los Estados Unidos porque estaban pasando necesidad, tenían hambre, no tenían trabajo, no tenían cómo estar allá”, explicó Valera, señalando que, a pesar de haberse entregado, lo único que les esperó fue la deportación a El Salvador.
No son criminales, ni tienen conexión con el crimen
Mervin Yamarte, de 29 años, fue identificado en las imágenes por sus tatuajes, los cuales son profundamente personales. Entre los tatuajes en su cuerpo destaca uno con el nombre de su hija de seis años, otro con unas manos entrelazadas en honor a su pareja y uno más que dice “Fuerte como mamá”, como una declaración de amor hacia su madre. Ninguno de estos tatuajes hace referencia a pertenecer a una banda criminal. La imagen de Mervin, arrodillado y con la cabeza rapada, contrastaba con su historial: un joven trabajador que solo había tomado la difícil decisión de entregarse a las autoridades estadounidenses debido a la pobreza y la falta de oportunidades.
🚀 Si buscas mantenerte al día con las noticias nacionales e internacionales más relevantes 🌐