La IA revoluciona la moda y los maniquíes digitales
La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo de la moda de manera sorprendente. Las marcas de ropa ahora pueden contar con dobles digitales de modelos para sus campañas, eliminando la necesidad de que los profesionales viajen o participen en las sesiones fotográficas en persona. Esta innovación no solo ahorra tiempo, sino también costos, y abre nuevas posibilidades dentro de la industria.
El auge de los maniquíes virtuales
Alexsandrah Gondora, una modelo londinense, es un ejemplo de cómo la IA está cambiando la manera en que se trabaja en el sector de la moda. Gracias a una réplica digital de sí misma, Gondora puede “estar en dos lugares a la vez”. La modelo señala que su alter ego digital hace el trabajo más pesado, permitiéndole estar presente en diversas campañas sin necesidad de desplazarse. “Es una gran solución para ganar tiempo”, comenta ella, destacando cómo esta tecnología se ha integrado a la perfección en su carrera.
Este tipo de herramientas permite a las marcas de moda crear visualizaciones para sus sitios web y campañas publicitarias de manera más eficiente y económica. La IA puede generar imágenes personalizadas a un coste menor que las tradicionales sesiones fotográficas, que incluyen transporte, alquiler de locaciones y otros gastos logísticos.
¿Una amenaza para los profesionales de la moda?
A pesar de los avances que la IA ha traído a la industria, también existen preocupaciones sobre su impacto en los profesionales del sector. Modelos, maquilladores, fotógrafos y otros trabajadores de la moda temen que la tecnología pueda reemplazar su trabajo, especialmente cuando los avatares digitales pueden replicar sus rostros y poses sin tener que contratar a una persona. Esto ha llevado a debates sobre los efectos de una “belleza artificial” y estandarizada, que podría homogenizar las representaciones en la moda.
Por otro lado, los defensores de la IA argumentan que esta tecnología no solo ayuda a las marcas más pequeñas a reducir costos, sino que también ofrece opciones más inclusivas y diversas. Por ejemplo, los maniquíes digitales pueden ser creados con una variedad de características físicas, géneros y etnias, permitiendo una representación más amplia que podría no ser posible con modelos tradicionales.
“Con la IA, entramos en una espiral infinita de opciones”, dice Christian Larson, cofundador de Copy Lab, una agencia que utiliza la IA para crear campañas publicitarias. La tecnología permite la creación de contenido en lugares virtuales, eliminando las limitaciones que enfrentan las fotos tradicionales, como el tiempo y el presupuesto. Según Larson, una sesión de fotos en los Alpes franceses, por ejemplo, podría costar miles de euros y llevar meses de planificación. Con la IA, se puede hacer de manera virtual por solo una fracción de ese costo.
Control ético sobre el uso de la IA
Aunque la IA ha dado lugar a nuevas oportunidades, también ha generado inquietudes sobre el uso no autorizado de la imagen de los modelos. Alexsandrah Gondora ha expresado su preocupación por el hecho de que algunas marcas utilizan imágenes de modelos creadas a partir de bases de datos extraídas de Internet, sin pagar por los derechos de los mismos. Esta situación ha llevado a la creación de la “Fashion Workers Act”, una legislación que busca regular el uso de la IA en la industria de la moda, permitiendo a los modelos tener más control sobre el uso de sus imágenes generadas digitalmente.
Por otro lado, modelos como Gondora y Shudu Gram, la primera supermodelo digital del mundo, han encontrado formas de trabajar de manera ética con la IA. Gondora recibe compensación por el uso de su alter ego digital y tiene la última palabra sobre el resultado. A través de estas colaboraciones, la tecnología ha abierto puertas para modelos de diversas etnias y orígenes, lo que permite una mayor inclusión en la industria de la moda.