Pescador Sobrevive 95 Días en el Pacífico
Un pescador peruano, Máximo Napa, logró sobrevivir 95 días a la deriva en el océano Pacífico, después de ser desviado por una tormenta mientras se encontraba realizando una expedición de pesca. Napa fue rescatado el 7 de diciembre por una patrulla ecuatoriana tras una intensa búsqueda que involucró tanto a autoridades peruanas como ecuatorianas.
Un Viaje que Terminó en Desesperación
El 7 de diciembre de 2023, Máximo Napa zarpó desde Marcona, un pequeño pueblo costero en Perú, para realizar una rutina de pesca. Con alimentos suficientes para dos semanas, su plan era regresar tras unos días en el mar. Sin embargo, diez días después de su partida, una fuerte tormenta desvió su embarcación y lo dejó a la deriva en medio del océano Pacífico.
Durante los primeros días, la familia de Napa comenzó a preocuparse debido a la falta de noticias, por lo que comenzaron una intensa búsqueda. Las patrullas marítimas peruanas no lograron localizarlo, y la angustia de sus seres queridos aumentó al no tener rastros de su paradero.
La Larga Larga Espera
Para sobrevivir en el mar durante 95 días, Napa tuvo que ingeniárselas. Se alimentó de lo que encontró a su alrededor, incluyendo cucarachas, pájaros y, en sus últimos días, tortugas marinas. Además, recolectaba agua de lluvia, su única fuente de hidratación en medio de la vastedad del océano. Aunque la situación era crítica, Napa nunca perdió la esperanza.
En su testimonio, Napa comentó: “No quería morir”. Su principal motivación fue pensar en su familia, especialmente en su madre y en su pequeña nieta de tan solo dos meses. Fueron ellos quienes le dieron la fuerza necesaria para resistir las duras condiciones y seguir adelante.
El Rescate y el Reencuentro Familiar
El 7 de marzo de 2024, tras pasar más de tres meses a la deriva, un barco pesquero ecuatoriano encontró a Napa a unos 1,094 kilómetros de la costa de Ecuador. Se encontraba en un estado crítico, severamente deshidratado, pero vivo. Su rescate ocurrió tras haber pasado 15 días sin comida.
El pescador fue trasladado a Paita, una ciudad cercana a la frontera con Ecuador, donde fue recibido por su hermano y, posteriormente, llevado a recibir atención médica. Napa expresó con gratitud: “Dios es grande, eso es todo lo que puedo decir. Me protegió”. Ahora, después de un largo proceso de recuperación, Napa se prepara para viajar a Lima para someterse a más chequeos médicos.
Su historia ha conmovido a muchos, mostrando la fortaleza humana frente a la adversidad. Mientras sigue recuperándose, Napa solo quiere estar con su familia y retomar su vida junto a los suyos.
