Paz y Reconciliación

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Obispos denuncian campo de exterminio, convocan a actos públicos de oración y vigilia.

Luis Vega

En el sitio oficial de la Iglesia Católica, Vatican News, quedó más que evidenciado la denuncia de los obispos mexicanos por el campo de exterminio de Teuchitlán.

En una crítica demoledora e implacable contra los tres niveles de gobierno, la jerarquía de la Iglesia Católica manifestó que “queda en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales  ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el país: la desaparición de personas”.

En Vatican News, sección Iglesia, aparece una noticia titulada “Dolor de obispos mexicanos ante hallazgo de campo de exterminio” y retoma un documento oficial de la Conferencia Episcopal Mexicana en el que señala: “los campos de exterminio del narcotráfico “son una de las expresiones más crueles de maldad y miseria humana que hemos presenciado en México”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano asegura que existen más fosas clandestinas en el país como la encontrada en el rancho Izaguirre y “son sitios donde se han cometido los más graves delitos contra la humanidad”.

La Iglesia reconoce y elogia la valiente labor de las madres buscadoras y diversas organizaciones civiles que, con determinación, han logrado avances en la localización de personas desaparecidas.

Los obispos hacen un llamado a la sociedad para fortalecer el apoyo a estos colectivos y exigen a las autoridades investigar los hechos con transparencia y eficacia.

Además, instan a implementar políticas efectivas para prevenir estos crímenes y a romper cualquier vínculo entre el crimen organizado y sectores políticos. “Como sociedad y como nación debemos comprometernos a un rotundo: NUNCA MÁS”.

La Iglesia Católica en México renueva su compromiso de ser una voz para los que no tienen voz y de colaborar incansablemente en la construcción de un país donde prevalezca la justicia, la verdad y el respeto a la dignidad humana.

Los obispos, párrocos y sacerdotes católicos del país convocaron a sus fieles este fin de semana a celebrar misas, rosarios, oraciones y otras expresiones religiosas para orar por las familias de las víctimas.

Por ejemplo, la Arquidiócesis de México realizó el sábado una misa en la Catedral para pedir por las personas desaparecidas y las familias buscadoras, la cual fue presidida por el Obispo Javier Acero Pérez.

La Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (jesuitas, dominicos, franciscanos, agustinos, entre otros) convocó a una vigilia en la explanada del Zócalo de la CDMX frente a la Catedral. “Con 400 zapatos y 400 velas. “Hagamos memoria de quienes han sido víctimas de la violencia y la desaparición forzada. Acompañemos alzando nuestra voz y mostrando nuestra solidaridad como Iglesia y como sociedad”, expresó la CIRM.

La Arquidiócesis de Guadalajara calificó como Holocausto el hallazgo de Teuchitlán y realizó una jornada de oración por las víctimas del Rancho Izaguirre. Acudieron colectivos de búsqueda en Jalisco, la iniciativa Diálogo Nacional por la Paz y la Dimensión de Construcción de Paz de la Arquidiócesis.

El mismo sábado, en Guadalajara, la “Asociación Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco” realizaron una manifestación pacífica en la Glorieta de los Desaparecidos, llevaban una vela y un par de zapatos en protesta por los desaparecidos. “Seamos la voz de los que callaron”.

En resumen: en las 91 diócesis de la Iglesia católica, la mayoría de las 17,500 sacerdotes, las 25 mil monjitas y los 97 millones de católicos mexicanos que fueron a algún evento religioso el fin de semana, oraron por las familias de las 113,673 personas desaparecidas y no localizadas (registro nacional), en el país; de los cuales 6,686 personas se registraron desde que Claudia Sheinbaum es presidenta.

La conciencia católica y de los ciudadanos está despertando, el Miedo y el Silencio se acabó. Está surgiendo la esperanza.