El Hijo del Santo habla sobre su retiro y legado
Una historia de sacrificio, legado y el futuro de la lucha libre mexicana
El Hijo del Santo, uno de los luchadores más icónicos de México, se prepara para enfrentar a Fuerza Guerrera en lo que podría ser su última lucha en la Arena CDMX el próximo 6 de abril. En una exclusiva entrevista, el Hijo del Santo compartió sus pensamientos sobre su carrera, su futuro en la lucha libre y el legado que porta con su máscara.
A lo largo de su carrera, el Hijo del Santo ha sido consciente del peso que lleva al ser el sucesor de un ícono como El Santo, el enmascarado de plata. “Me gustaría que me recordaran como un digno heredero de un personaje tan grande como fue El Santo y que reconozcan mi trayectoria porque no ha sido fácil llevar esta máscara, ha sido un gran compromiso”, confesó. El luchador de 61 años destacó que sus inicios fueron difíciles, especialmente siendo hijo de un mito de la lucha libre. “Los inicios fueron difíciles en todos los niveles, poco a poco fui adquiriendo experiencia y pude defenderme tanto de los rivales en el ring como de las envidias”, expresó.
El impacto cultural de El Santo
El legado de El Santo ha trascendido las fronteras del cuadrilátero. El enmascarado de plata no solo fue un ícono de la lucha libre, sino una figura esencial en la cultura mexicana. Su popularidad creció al protagonizar historietas y películas, consolidándose como un héroe para varias generaciones. El Hijo del Santo reflexionó sobre esto: “Mi padre fue un hombre polifacético y muy querido por el público de todas las generaciones”. Además, destacó los principios morales que su padre le inculcó, los cuales le permitieron ganarse el cariño de la gente: “Nos inculcó a sus hijos los principios morales que se requieren para ser querido por el público”.
Un niño que creció admirando a su padre como héroe
Para el Hijo del Santo, su padre fue mucho más que un luchador, fue un verdadero héroe en su vida. “Pienso que como niño tuve un gran héroe que era mi padre, no El Santo, mi papá. Era un hombre muy cariñoso, un hombre que viajaba mucho, sin embargo, se daba el tiempo suficiente para dedicarme tiempo”. Con el paso del tiempo, al descubrir que su padre era El Santo, el cariño por él se multiplicó, y así nació su amor por la lucha libre. “Me enamoré de su profesión. Yo veía con qué amor subía a un ring, con qué amor recibía a la gente, con qué amor preparaba su equipaje”, relató emocionado.
El futuro de la lucha libre mexicana
El Hijo del Santo también compartió sus pensamientos sobre el futuro de la lucha libre en México. Aunque las nuevas generaciones de luchadores tienen mucho potencial, considera que es vital que continúen respetando los valores y principios que han caracterizado a este deporte. “En la gente joven, en este elenco que me acompaña, todos son luchadores que tienen ese profesionalismo que se requiere, esa nobleza que se requiere para atender al público y respetar la lucha libre”, comentó.
Además, destacó a luchadores que han logrado brillar fuera de México, como Rey Mysterio Jr., Eddie Guerrero y Penta Zero Miedo, quienes han puesto el nombre de México en alto. “A mí me da mucho gusto que mis compañeros tengan la seguridad en ellos mismos de salirse de México, de no estar anclados a una empresa, porque el mundo es muy grande”, expresó.
El último rival en el ring
En cuanto a su futuro en el ring, el Hijo del Santo mencionó algunos de los posibles rivales para su última lucha, entre ellos Tinieblas Jr., Hijo del Solitario, Blue Demon Jr., Negro Casas, Último Guerrero, L.A Park y Blue Panther. Sin embargo, lamentó que algunos de ellos no tengan la oportunidad de enfrentarlo debido a restricciones en la industria.
El amor y el apoyo del público
Para el Hijo del Santo, el apoyo del público ha sido fundamental en su carrera. “Indiscutiblemente, el cariño del público es algo que no puedes pagar con nada. El que te aplaudan, el que te ovacionen, el que coreen tu nombre, eso es algo muy bonito, ya seas rudo o técnico”. A lo largo de su carrera, ha sentido un inmenso respaldo, y agradece profundamente el cariño que le ha brindado la afición: “Cuando eres figura pública es difícil. Lo que más agradezco, le agradezco a Dios, es el cariño que el público ha tenido hacia mí”.
