Repensar el camino

Liébano Sáenz

 

Resulta difícil sobrellevar las cosas en medio de la incertidumbre. Aplica por igual a personas, empresas, organizaciones y gobiernos. Pero es lo de hoy. Las transformaciones al sistema democrático y al régimen republicano contribuyen a la incertidumbre porque la apuesta ya no son las reglas, sino las decisiones de quien gobierna. Esto implica discrecionalidad y, eventualmente, arbitrariedad.

Un error mayor ha sido la afectación al sistema de justicia que destruye el Poder Judicial Federal y la Suprema Corte de Justicia, la mejor parte del sistema jurisdiccional. La reforma afecta lo bueno que existe y lo que viene no es prometedor porque no se concilia con la independencia del juzgador, ni con la idoneidad y el profesionalismo que requiere la tarea. El voto popular no es garantía de ninguna mejora sustancial y menos en un proceso tan desordenado, desaseado y mal planeado; además, los cambios en marcha están impulsados por el prejuicio y la falsedad deliberada.

Por si fuera poco, el gobierno de Donald Trump ha hecho de la incertidumbre su principal recurso para avanzar en su agenda. Ningún negocio puede prosperar bajo la premisa de que en un mes pueden cambiar las condiciones sustantivas de la economía por la imposición de aranceles a las exportaciones a EU. La economía nacional acusaba problemas serios, pero con el amago mensual de tarifas a las exportaciones afecta en sus fundamentos la confianza y la competitividad del país. La vía de la amenaza y la extorsión funciona a quien las promueve; grandes proyectos productivos ya anuncian su relocalización en territorio norteamericano.

La respuesta al entorno turbulento no es la unidad nacional bajo consideraciones partidistas, sino reconocer los temas que contribuyen a esa incertidumbre y atender los que están o debieran estar bajo control nuestro. La lucha contra la impunidad debe ser una cruzada sin vacilación ni doble lenguaje, ni sesgo político. También debe reconocerse la insuficiencia de recursos para hacer frente al gasto, situación que se agrava si no hay crecimiento económico. El reto es de la sociedad mexicana, no sólo del gobierno; por lo mismo, es necesario un alto en el camino y construir los términos de inclusión y suma de todos para el bien del país.