¡Un coloso olvidado! El Estadio Nacional: Cuna del deporte y la cultura en la CDMX
En el corazón de la colonia Roma, donde hoy se levanta el complejo habitacional Juárez, alguna vez rugió el Estadio Nacional de México, el primer gran recinto deportivo de la capital. Un gigante de hierro y cantera que fue testigo de eventos históricos y culturales, pero que el tiempo y el olvido se encargaron de borrar del mapa.
De panteón a estadio: Un proyecto visionario
En la década de 1920, México buscaba consolidar su identidad tras la Revolución. José Vasconcelos, entonces secretario de Educación Pública, impulsó la construcción de espacios para la cultura y el deporte. Así nació la idea del Estadio Nacional, un proyecto ambicioso que superó los límites de lo deportivo.
Un diseño que rompía esquemas
Inaugurado el 5 de mayo de 1924 por el presidente Álvaro Obregón, el Estadio Nacional era un recinto imponente, con capacidad para 30 mil espectadores (aunque llegó a albergar el doble). Su diseño en forma de “U”, inspirado en los estadios griegos, rompía con la arquitectura neocolonial de la época.
Más que un estadio, un centro cultural
Vasconcelos concibió el Estadio Nacional como un espacio multifuncional, donde se presentarían obras de teatro, bailes y exhibiciones gimnásticas. La acústica del escenario era prioritaria, incluso por encima de los estándares deportivos.
Un escenario de grandes eventos
El Estadio Nacional fue sede de la primera edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1926, un hito para el deporte mexicano. También fue escenario de eventos políticos, como las tomas de posesión de los presidentes Plutarco Elías Calles, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas del Río.
El ocaso de un gigante
Con el paso de los años, el Estadio Nacional cayó en el abandono. El público dejó de asistir, el gobierno dejó de darle mantenimiento y el olvido se apoderó del recinto.
El adiós a un ícono
En 1949, el Estadio Nacional fue demolido. Tres años después, en su lugar se const ruyó el complejo habitacional Juárez, que sufriría graves daños en el terremoto de 1985.
El recuerdo perdura
Hoy, el Jardín Ramón López Velarde y el centro comercial Pabellón Cuauhtémoc marcan el lugar donde alguna vez se levantó el Estadio Nacional. Un recordatorio de una época en que el deporte y la cultura se fusionaban en un mismo escenario.
