El fútbol mexicano está lleno de historias peculiares, pero pocas son tan extrañas como la “maldición del León”. Una leyenda que involucra a un brujo, una promesa incumplida y una década en el infierno de la Segunda División.
Un León en apuros
Corría la temporada 2001-2002, y el León se encontraba en una situación desesperada. Con el peor porcentaje de la liga y graves problemas deportivos y administrativos, el descenso parecía inevitable.
Un brujo al rescate
En un intento desesperado por evitar la catástrofe, la directiva del León, encabezada por Roberto Zermeño, recurrió a la ayuda de un brujo. Viajaron hasta Francisco del Rincón, un pueblo famoso por sus leyendas de brujería, donde contactaron a Prisciliano Hernández, conocido como “Chihuín”.
El hechizo fallido
“Chihuín” aceptó ayudar al equipo realizando “trabajos” con ramas de pirul en las porterías del estadio. A cambio, recibiría 500 pesos por cada “limpia”. Sin embargo, el hechizo no funcionó y el León no logró los resultados esperados.
La maldición
Tras un empate contra el Puebla, “Chihuín” acudió a las oficinas del club para cobrar su pago. Pero una secretaria le informó que no le pagarían, lo que enfureció al brujo. “Chihuín” maldijo al equipo, prediciendo su descenso y una década en la Segunda División.
Diez años en el olvido
Las palabras del brujo se cumplieron. El León descendió y pasó diez largos años en la Segunda División, perdiendo tres finales por el ascenso. La desesperación de los aficionados era tal que incluso buscaron a “Chihuín” para que revirtiera el hechizo, pero él se mantuvo firme en su predicción.
El regreso a Primera División
Finalmente, el 12 de mayo de 2012, diez años después de la maldición, el León logró su ansiado regreso a Primera División al vencer a Correcaminos en la final de ascenso.