Axtel y Megacable dejan la red compartida después de que CFE colaborara con Altán
Axtel y Megacable, dos de los operadores más importantes en las telecomunicaciones de México, decidieron desprenderse de sus acciones en el capital social de Altán Redes. Ambas compañías formaron parte de este proyecto desde el 21 de marzo de 2018, cuando Altán encendió su primera radiobase en la Red Compartida, una infraestructura mayorista que opera en la banda de 700 MHz para ofrecer servicios de Internet y telefonía.
Axtel, que ahora opera de manera independiente tras su escisión del grupo Alfa, y Telefonía por Cable, subsidiaria de Megacable Holdings, optaron por vender el 6.31% de sus acciones en Altán Redes a un tercer inversionista. También se deshicieron del 1.25% de los derechos fideicomisarios que mantenían en la compañía, lo que marcó su salida del accionariado de la Red Compartida. Sin embargo, ambas empresas seguirán utilizando la red celular como insumo para sus servicios de telefonía e Internet, incluyendo el operador móvil virtual de Megacable, que atiende a cerca de medio millón de usuarios.
Por separado, Axtel controlaba el 2.10% del capital social de Altán y el 0.42% de los derechos fideicomisarios, mientras que Megacable poseía el 4.21% del capital y el 0.83% de los derechos fideicomisarios. Ninguna de las dos empresas contaba con asientos en el directorio de Altán ni participaba en la toma de decisiones clave para la Red Compartida, lo que facilitó su salida del proyecto. Hasta 2022, Megacable reportaba que Altán le adeudaba aproximadamente 190 millones de pesos.
Las acciones que pertenecían a Axtel, Megacable, Hansam y CMF ahora están en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), consolidando la presencia del Estado en la Red Compartida.
Altán Redes y CFE fortalecen su alianza
La salida de Axtel y Megacable de la Red Compartida ocurre en un momento clave para Altán, ya que el gobierno federal, a través de la CFE, ha consolidado su control sobre la empresa. Con la reciente reconfiguración del accionariado, la CFE ahora posee el 48.63% de Altán Redes y el 23.08% de los derechos fideicomisarios de la empresa.
Actualmente, el capital social de Altán está distribuido en un 51.37% para el fondo Marapendi Holding y un 48.63% para la CFE. En cuanto a los derechos fideicomisarios, el Estado, a través de la CFE y la banca de desarrollo, controla el 84.15% de Altán, mientras que Marapendi posee el 15.8%. Además, el Estado estará en posición de nombrar entre ocho y diez de los once consejeros en el directorio de Altán.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó esta concentración con la condición de que la CFE renunciara a la concesión mayorista de telecomunicaciones que obtuvo en febrero de 2023, pero que nunca llegó a operar. Documentos del IFT indican que la presencia de la CFE en Altán genera preocupaciones por su posible dominio en el mercado mayorista y minorista de telecomunicaciones en México.
Medidas del IFT para evitar monopolios
Ante los riesgos que implica la concentración de Altán y la CFE en el sector de telecomunicaciones, el IFT impuso varias restricciones para evitar prácticas anticompetitivas. Una de las condiciones clave prohíbe que Altán y CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE-TEIT) compartan información que pudiera afectar a terceros operadores.
El regulador también ordenó que Altán y CFE garanticen el acceso a sus servicios mayoristas de telecomunicaciones en términos equitativos y no discriminatorios para cualquier empresa interesada. Para cumplir con estas condiciones, la CFE anunció su renuncia a la concesión mayorista que le había otorgado el IFT en 2023.
Expansión de la Red Compartida bajo la gestión de CFE
Con la alianza entre Altán y la CFE, la Red Compartida ha logrado un crecimiento significativo. Desde enero de 2019 hasta enero de 2025, se han instalado 11,383 torres de telecomunicaciones en el país, beneficiando a 82,178 localidades con una población total de más de 24 millones de personas.
Altán Redes actualmente opera una red 4.5G que brinda servicios a más de 130 empresas de telecomunicaciones, quienes a su vez revenden los servicios de telefonía e Internet en todo el país. Esta infraestructura también permitirá el desarrollo de servicios de conectividad en sectores clave como la telemedicina, la educación y la digitalización de la industria.
Con estos cambios, el control del Estado sobre Altán Redes abre una nueva etapa en el desarrollo de las telecomunicaciones en México, en la que la CFE jugará un papel determinante en la expansión de la conectividad y el acceso a Internet para millones de personas.
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