El papa Francisco es hospitalizado por bronquitis y suspende su agenda

El papa Francisco, de 88 años, fue ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma para recibir tratamiento por una bronquitis que ha afectado su salud en los últimos días. Según informó la Sala de Prensa del Vaticano, el Pontífice fue trasladado al hospital tras concluir sus audiencias matutinas, donde se sometería a pruebas diagnósticas y continuaría con su tratamiento en un ambiente controlado.

Suspensión de actividades

Como medida preventiva, el Vaticano ha cancelado la agenda del Papa hasta el próximo lunes. Entre los eventos suspendidos se encuentra su visita a los estudios de Cinecittà, la primera que realizaría un Pontífice a este complejo cinematográfico. Además, la audiencia del Jubileo programada para el sábado también ha sido cancelada. En cuanto a la misa dominical en la Basílica de San Pedro, se ha anunciado que será presidida por el cardenal portugués José Tolentino de Mendonça.

Evolución de su salud

El papa Francisco había manifestado síntomas de una fuerte gripe desde la semana pasada. Durante la audiencia general del 5 de febrero, mencionó que padecía un “fuerte resfriado”. En los días posteriores, se le vio con la voz debilitada y un visible cansancio. En dos ocasiones recientes, optó por delegar la lectura de sus discursos a colaboradores, alegando dificultades para respirar.

En septiembre del año pasado, también se vio obligado a suspender actividades por un cuadro gripal. En noviembre, su estado de salud le impidió viajar a Dubái para un evento internacional. En febrero de este año, se sometió a una tomografía axial computarizada (TAC) de los pulmones como parte de un control médico.

Antecedentes médicos

Desde su juventud, Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud. A los 21 años, le extirparon una parte del pulmón derecho tras una neumonía severa. En los últimos tres años, ha sido intervenido quirúrgicamente en tres ocasiones: en 2021 por una afección en el colon, en 2022 por problemas en la rodilla derecha y en 2023 por una obstrucción intestinal. Además, en 2019 se sometió a una operación de cataratas. Debido a dolores en la rodilla, desde hace dos años utiliza una silla de ruedas y un bastón para desplazarse.

En los últimos meses, también ha sufrido caídas en su residencia vaticana. En diciembre, se golpeó la barbilla, y en enero, tuvo una lesión en el brazo. Pese a estos incidentes, ha mantenido su actividad en la medida de lo posible.

Reacciones en el Vaticano

El estado de salud del Pontífice ha generado inquietud en el Vaticano, especialmente por el precedente de la renuncia de Benedicto XVI en 2013. Francisco ha asegurado en varias ocasiones que, en caso de no poder cumplir con sus funciones, seguiría el ejemplo de su predecesor. Desde el inicio de su pontificado, dejó una carta de renuncia en la Secretaría de Estado para ser utilizada en caso de una incapacidad grave.

Sin embargo, hasta el momento, ha reiterado que no ve razones para dejar el cargo. En entrevistas recientes, ha mencionado que considera el ministerio papal como un compromiso de por vida, salvo en casos de impedimentos físicos severos.

Seguimiento médico

Los próximos días serán clave para evaluar la recuperación del Papa. El equipo médico del hospital Gemelli continúa realizando pruebas y monitoreando su evolución. A medida que haya información oficial sobre su estado de salud, el Vaticano emitirá actualizaciones.