El presidente de Estados Unidos ha dado un giro audaz en la política exterior al intensificar la presión sobre sus aliados en el mundo árabe, en particular Jordania y Egipto, para que acojan a los palestinos de Gaza, quienes reclaman ese territorio como parte de una futura nación.
Un plan de gran envergadura
Menos de una semana después de presentar un plan que busca que Estados Unidos tome control del territorio devastado por la guerra en Gaza y lo transforme en lo que él denomina “la Riviera de Oriente Medio”, el presidente Donald Trump ofreció detalles adicionales en una entrevista con Bret Baier para FOX News. Durante la conversación, cuando se le preguntó si los palestinos en Gaza tendrían derecho a regresar a sus hogares, Trump respondió de forma tajante: “No, no lo harían”, marcando una clara diferencia respecto a otros funcionarios de su administración, quienes habían señalado que se referían a una reubicación temporal de la población.
Un enfoque que mezcla seguridad y desarrollo
En sus declaraciones, Trump subrayó la idea de crear “comunidades seguras” que estuvieran situadas a cierta distancia del centro del conflicto, lo que permitiría, según él, disminuir el riesgo y la exposición a la violencia. “Construiremos comunidades seguras, un poco alejadas de donde están, donde todo este peligro está”, afirmó, explicando que la propuesta contempla la creación de un entorno más controlado y estable para los afectados.
Al mismo tiempo, Trump destacó un aspecto que ha captado la atención mediática: el presidente se autoproclamó “dueño” del territorio en cuestión, planteándolo como un proyecto de desarrollo inmobiliario a futuro. “Piénsenlo como un desarrollo inmobiliario para el futuro. Sería una hermosa pieza de tierra. No se gastaría mucho dinero”, señaló, lo que ha generado debates sobre el alcance y la viabilidad de una transformación tan ambiciosa.
Presi\u00f3n sobre aliados clave en la
En este contexto, Trump ha intensificado sus esfuerzos para que los Estados árabes, en particular Jordania y Egipto —aliados tradicionales de Estados Unidos— se involucren en la reubicación de los palestinos de Gaza. Esta medida se enmarca en el reclamo de los palestinos, quienes consideran al territorio como parte integral de la futura nación que desean construir.
La propuesta de Trump contrasta con la perspectiva de algunos funcionarios de su propia administración, que han insistido en que se trata de una medida temporal. Sin embargo, las reciente declaración del presidente deja en claro que, bajo su plan, los palestinos no tenderán el derecho a regresar al territorio, lo que marca un punto de inflexible en el debate sobre la futura configuración del Medio Oriente.
