Cuauhtémoc Blanco: Un Gobernador Controvertido y Ausente
Un día en la vida del gobernador de Morelos
Durante su gobierno en Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo mantenía una rutina muy peculiar. A pesar de ser el gobernador, sus actividades eran distantes de las demandas de la política estatal. Su jornada comenzaba con un juego de pádel o un trote intenso, seguido de un desayuno que podía ser tan casual como agua de jamaica, y una larga sesión de videojuegos, principalmente FIFA. Estas eran las primeras horas del día de Blanco, hasta que llegaba a su oficina en la Residencia Oficial, Casa Morelos, alrededor de las 11:00 AM.
Decisiones influenciadas por su círculo cercano
En su despacho, las actividades eran limitadas. Recibía a sus secretarios y colaboradores, pero las reuniones se centraban mayormente en asuntos personales y de negocios, sin entrar en temas de la vida política o social de Morelos. A las 2:00 PM, el gobernador comía acompañado de su equipo mientras veía fútbol o conversaba de trivialidades. En algunas ocasiones, aunque por mera curiosidad, se interesaba por asuntos más serios, pero generalmente la dinámica se mantenía relajada.
Testigos cercanos aseguran que el gobernador tomaba decisiones importantes bajo la influencia de quienes lo rodeaban, como José Manuel Sanz, Víctor Mercado y otros colaboradores. Las decisiones se veían afectadas por un desconocimiento general de los temas y, a menudo, por el estado etílico en que se encontraba. Hugo Eric Flores Cervantes, líder del PES, relató que en varias ocasiones presenció a Blanco tomando decisiones mientras estaba bajo los efectos del alcohol, lo que exacerbaba su carácter agresivo.
Un gobernador caprichoso y violento
A lo largo de su mandato, Cuauhtémoc Blanco adoptó un estilo de gobierno autoritario, tomando decisiones impulsivas y basadas en su paranoia y egocentrismo. Sus nombramientos dependían de la lealtad personal, no del mérito profesional, y aquellos que se atrevían a contradecirlo rápidamente se veían envueltos en confrontaciones. La violencia verbal era una constante; se sabe que el gobernador utilizaba amenazas de despido en sus interacciones con colaboradores. Incluso, se reportaron comentarios despectivos hacia presidentes municipales y fiscales durante las reuniones de la Mesa de Coordinación Estatal.
Un gobernador ausente y desinteresado
Uno de los aspectos más cuestionados de la administración de Cuauhtémoc Blanco fue su falta de interés en las tragedias y problemas de la población. Según diversas fuentes, Blanco rara vez asistía a reuniones o eventos públicos y, cuando lo hacía, se mantenía distraído con su celular. Durante la pandemia de COVID-19, el gobernador se vio más involucrado en sesiones de videojuegos que en la gestión de la crisis sanitaria. También se mencionó su presunta implicación en actos de corrupción en el sector salud, donde se reportaron sobreprecios en insumos médicos y prácticas de vacunación VIP.
Las tensiones familiares y corrupción dentro del gobierno
Uno de los aspectos más oscuros de su gobierno fue la relación entre Blanco y su círculo cercano, especialmente con su hermano Ulises Bravo Molina, quien asumió un papel influyente en la administración sin un cargo oficial. Ulises se encargó de manejar los asuntos políticos y delegó tareas clave que Cuauhtémoc Blanco prefería evitar. A medida que las tensiones aumentaron dentro del gobierno, José Manuel Sanz, quien había sido una figura clave en la administración, fue expulsado debido a investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) relacionadas con movimientos sospechosos de dinero.
La denuncia de violencia familiar.
La violencia en la residencia oficial no se limitaba a las relaciones laborales. Según testimonios, en eventos familiares se vivían excesos de alcohol y drogas, lo que derivaba en episodios de violencia. En 2024, se denunció un intento de violación por parte de Cuauhtémoc Blanco hacia su media hermana, lo que desencadenó una solicitud de juicio de desafuero ante la Cámara de Diputados. Además, se mencionaron episodios de agresiones hacia su esposa, Natalia Rezende, en su residencia, con evidencia de videos en los que ella solicitaba ayuda tras ser presuntamente golpeada.
La figura de Cuauhtémoc Blanco: más allá del futbolista
A pesar de las numerosas críticas hacia su desempeño como gobernador, algunas personas cercanas a él lo describen como una persona dispuesta a ayudar a su familia y a su equipo. Sin embargo, su falta de educación y su tendencia a formar relaciones apresuradas sin filtro de confianza llevaron a que varios abusaran de su buena fe, especialmente en los negocios. El mismo comportamiento que mostró en su carrera futbolística, como cuando humilló a periodistas como David Faitelson y Ricardo La Volpe, se replicó en su administración, caracterizándose por la falta de responsabilidad y el respeto hacia los demás.