Sheinbaum envía carta a Google para defender el nombre del Golfo de México
La controversia sobre el nombre del Golfo de México continúa siendo un tema de discusión entre México y Estados Unidos, especialmente tras la orden ejecutiva firmada por Donald Trump. La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha tomado la iniciativa de defender el nombre histórico del golfo, enviando una carta a Google para que reconsidere el cambio propuesto en su aplicación Maps.
La orden ejecutiva de Trump y su impacto en la denominación del Golfo
El pasado enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que ordena el cambio de nombre del Golfo de México por “Golfo de América” (Gulf of America) en la aplicación Maps de Google para los usuarios estadounidenses. Esta medida ha generado un debate en el que México ha alzado la voz para defender la denominación histórica que ha prevalecido desde hace siglos.
El argumento de sheinbaum: un nombre aceptado internacionalmente
La carta de Sheinbaum dirigida al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, explica que la comunidad internacional reconoce el nombre de Golfo de México desde el siglo XVII. En ella se destacan los mapas históricos de la época que ya empleaban esta nomenclatura. La misiva también señala que el cambio propuesto por Trump, de acuerdo con la orden ejecutiva, solo afectaría a la porción del golfo que se encuentra bajo la jurisdicción de Estados Unidos, no al golfo completo.
La historia detrás del nombre del Golfo de México
La carta subraya que la denominación de “Golfo de México” no es una imposición de una fuente gubernamental única, como sugiere erróneamente Google, sino un proceso histórico aceptado en la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos desde su independencia en 1776. Además, la denominación está registrada legalmente en los índices de la Organización Hidrográfica Internacional y respaldada por varios tratados bilaterales entre México y Estados Unidos.
El cambio de nombre solo afecta a las aguas bajo jurisdicción de EE.UU.
Uno de los puntos más importantes de la carta es la aclaración sobre el alcance de la orden ejecutiva. Sheinbaum explica que la medida solo afecta a la porción del golfo bajo la soberanía de Estados Unidos, específicamente en la plataforma continental. La orden ejecutiva, según la carta, no tiene efectos sobre las aguas pertenecientes a México o Cuba, ya que el Golfo de México es una zona compartida por los tres países.
El caso del cambio de nombre según el Derecho internacional
En su misiva, Sheinbaum también señala que, conforme al derecho internacional, las zonas marinas bajo la soberanía de un país solo se extienden hasta 12 millas náuticas (22,2 kilómetros) a partir de las costas. Dado que el Golfo de México abarca áreas marinas de tres países, el cambio de nombre, de acuerdo con la carta, solo podría aplicar a las aguas bajo la soberanía de Estados Unidos, y no a la totalidad del golfo.
La respuesta de Sheinbaum: un mapa de 1607 como prueba histórica
Como respuesta a la decisión de Trump, Sheinbaum pidió también a Google que mostrara en su aplicación un mapa de 1607, en el que los cartógrafos ya denominaban la región de Norteamérica como “América Mexicana”. Este mapa corresponde a los primeros años de la colonización británica en lo que hoy es Estados Unidos, y su inclusión serviría como un recordatorio histórico de la relación geográfica y política entre los países ribereños del Golfo de México.
La batalla por el nombre del Golfo de México resalta la compleja relación entre México y Estados Unidos, especialmente durante la presidencia de Donald Trump. Con esta carta a Google, Claudia Sheinbaum ha dejado en claro que el gobierno mexicano luchará por preservar el nombre histórico del golfo, defendiendo su identidad geográfica, política y cultural ante cualquier intento de cambio unilateral.
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