Desde el inicio de su segundo mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha implementado una serie de medidas que han generado incertidumbre en el aparato gubernamental. La destitución de cientos de empleados, la congelación de programas federales y la reestructuración de varias agencias han marcado un inicio de administración con cambios radicales. Se estima que al menos 240 empleados han sido despedidos, reasignados o están en proceso de ser destituidos, mientras que miles más podrían verse afectados por otras decisiones gubernamentales.
Reducción de Personal y Paquetes de Liquidación
Una de las primeras acciones del gobierno de Trump ha sido la oferta de paquetes de liquidación para empleados federales que decidan dejar sus cargos. Según un memorando de la Oficina de Gestión de Personal, quienes opten por esta opción recibirán aproximadamente siete meses de salario si renuncian antes del 6 de febrero. Esta estrategia podría derivar en una reducción significativa de la fuerza laboral federal, afectando la eficiencia de los servicios públicos.
Cambios en la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo
La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC), organismo responsable de velar por los derechos laborales y evitar la discriminación en el trabajo, también ha sido objeto de cambios. Trump destituyó a dos comisionadas nombradas en administraciones previas, lo que ha generado críticas sobre la independencia del organismo y el futuro de sus programas.
Destitución de Inspectores Generales
Trump también ordenó el despido de al menos 17 inspectores generales encargados de supervisar la gestión de distintas agencias gubernamentales. Esta medida ha sido calificada por la oposición como una “purga” dentro del gobierno. Incluso algunos aliados republicanos han expresado preocupación por la legalidad de estas acciones.
Reestructuración en el Departamento de Justicia
El Departamento de Justicia ha sido otro de los organismos más afectados. Más de una docena de fiscales de carrera, algunos de ellos involucrados en investigaciones previas sobre Trump, han sido despedidos. Aunque es común que los presidentes reemplacen a fiscales nombrados por sus predecesores, la remoción de fiscales de carrera ha sido inusual y controvertida.
Reducción de Personal en Seguridad Nacional y el Departamento de Estado
El Consejo de Seguridad Nacional también ha visto cambios significativos con la remoción de 160 empleados de carrera. Esta acción busca reorganizar la agencia según las prioridades del nuevo gobierno.
Por su parte, el Departamento de Estado ha experimentado la salida de un gran número de diplomáticos de carrera, lo que ha generado dudas sobre la continuidad de las políticas exteriores estadounidenses.
Congelación de Ayuda Internacional
Otra medida ha sido la suspensión de la mayoría de los programas de asistencia extranjera por un período de 90 días. Esta decisión ha impactado a miles de proyectos humanitarios y de desarrollo financiados por Estados Unidos en el extranjero. La nueva administración también ha puesto en licencia a 56 altos funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), argumentando que estos habrían intentado obstruir las órdenes presidenciales.
Eliminación de Programas de Diversidad, Equidad e Inclusión
Trump firmó una orden ejecutiva para desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las agencias gubernamentales. Esta decisión ha resultado en la suspensión y eventual despido de personal encargado de estas iniciativas. La acción también busca restringir el financiamiento de contratistas federales que promuevan programas de diversidad.
Suspensión de Subvenciones y Préstamos Federales
Finalmente, la Casa Blanca anunció la congelación de todas las subvenciones y préstamos federales hasta que se realice una revisión ideológica de los fondos. Esta medida podría afectar sectores clave como la investigación médica, la educación y el desarrollo tecnológico. La decisión ha sido criticada por legisladores y organizaciones independientes, que argumentan que la financiación ya había sido aprobada por el Congreso.
Las decisiones de la administración Trump han generado un profundo impacto en la estructura del gobierno federal, con efectos aún por determinar en el desempeño de las agencias y en la vida de los empleados afectados.