Ya es oficial: Estados Unidos renombra el Golfo de México como “Golfo de América”
El Departamento del Interior de Estados Unidos anunció oficialmente el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América, en un comunicado titulado “Avanza la restauración de nombres históricos que honran la grandeza estadounidense”. Esta medida, parte de una directiva del expresidente Donald Trump, busca destacar la importancia económica y cultural del área para Estados Unidos.
Según el comunicado, la Junta de Nombres Geográficos, dependiente del Departamento del Interior, ya trabaja para implementar estos cambios en el Sistema de Información de Nombres Geográficos, asegurando su uso inmediato en documentos federales.
De México a América: ¿Qué motiva el cambio?
El Departamento del Interior justificó el cambio alegando que el Golfo representa un pilar fundamental en la historia y economía de Estados Unidos. Abarcando 1,700 millas de costa y más de 160 millones de acres, el golfo es una arteria clave para el comercio, la producción de energía y las industrias marítimas estadounidenses.
El comunicado destacó que el golfo alberga ricos caladeros y vastas reservas de petróleo y gas natural, esenciales para la economía del país. Además, subrayó la importancia de sus puertos, que conectan a Estados Unidos con mercados internacionales, calificándolos como algunos de los más impresionantes del mundo.
Monte Denali vuelve a ser Monte McKinley
En paralelo, el Departamento del Interior anunció el cambio de nombre del Monte Denali en Alaska, que recuperará su antigua denominación de Monte McKinley, en honor al expresidente William McKinley. Este cambio también responde a la intención de preservar el legado histórico de Estados Unidos, según las autoridades.
Reacciones locales e internacionales
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya adoptó la nueva nomenclatura en documentos oficiales, como en un reciente aviso meteorológico que hacía referencia a un sistema de bajas presiones desplazándose “a través del Golfo de América” hacia Florida.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó al anuncio asegurando que el cambio no afecta la denominación utilizada en el país. “En México, el golfo mantendrá el nombre que ha tenido por siglos: Golfo de México”, enfatizó.
Una decisión polémica
El cambio ha generado diversas opiniones, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Para algunos, la medida simboliza un intento de reafirmar el protagonismo del país sobre una región de gran relevancia estratégica. Para otros, representa una decisión unilateral que ignora la historia y la conexión de la región con otras naciones, especialmente México.
Mientras las implicaciones de este cambio continúan generando debate, el Golfo de América se suma a una serie de medidas que buscan redefinir la narrativa histórica y cultural en Estados Unidos.
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