Ciudad de México. Enero de 2025.
La Ciudad de México celebra con alegría la llegada de seis crías de pingüinos Gentoo (Pygoscelis papua), una de las especies subantárticas más adoradas por los mexicanos. Estos pequeños habitantes marinos pueden ser visitados en el Acuario Inbursa, donde se encuentran bajo los cuidados especializados de un equipo con más de 10 años de experiencia.
Un hogar lleno de vida marina
Las seis crías nacieron en diciembre pasado y actualmente se encuentran en perfecto estado de salud. Bajo el cuidado atento de sus padres y un equipo de biólogos y veterinarios, los pingüinos han crecido rápidamente, consolidando una temporada reproductiva exitosa. Este logro incrementa a 14 el número de pingüinos nacidos en las instalaciones del Acuario Inbursa, conocido como “El Mar de la CDMX”.
Los visitantes tienen la oportunidad de participar activamente en esta celebración. En el acuario se instalaron dos buzones para recibir sugerencias de nombres para las crías. Los nombres seleccionados serán revelados después del 13 de febrero, invitando al público a formar parte de esta experiencia única.
El programa de conservación que hace historia
El Acuario Inbursa no solo fomenta la educación y el entretenimiento, sino que también es un ejemplo en la conservación de especies marinas. Además del éxito con los pingüinos Gentoo, este programa ha logrado reproducir con éxito especies como los ajolotes y los caballitos de mar, consolidando su misión de formar protectores del medio ambiente.
Entre las crías destaca la llegada del hijo de Alex, “el primer pingüino chiango”, y su pareja Nunu, ambos nacidos en la Ciudad de México. Este acontecimiento refuerza el compromiso del acuario con la conservación y protección de la biodiversidad.
El encantador proceso de reproducción de los pingüinos Gentoo
Los pingüinos Gentoo tienen un proceso de reproducción único. Durante la primavera, cuando las temperaturas en su hábitat natural comienzan a elevarse ligeramente, estos pingüinos forman parejas que generalmente duran toda la vida. Uno de los momentos más fascinantes de su ritual de apareamiento es la construcción del nido. Los machos buscan las piedras más grandes y resistentes para ofrecérselas a las hembras, como un gesto de cortejo.
Si la hembra acepta, juntos trabajan en la creación de un nido sólido que los protegerá de las inclemencias climáticas. Este comportamiento, además de ser curioso y encantador, asegura la supervivencia de las crías en condiciones adversas.
Un llamado a la conservación
El nacimiento de estas crías es un recordatorio de la importancia de preservar el medio ambiente y proteger la vida marina. El Acuario Inbursa invita al público a ser parte de este esfuerzo, no solo visitando el acuario, sino también participando activamente en la conservación del mundo marino.
Visita el Acuario Inbursa y conoce a estas adorables crías mientras descubres la magia y maravillas del océano en el corazón de la Ciudad de México.
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