El Banco de Japón (BoJ) anunció este viernes una histórica decisión al incrementar su tasa de interés a corto plazo del 0.25% al 0.5%, marcando el nivel más alto desde la crisis financiera global de 2008. Este movimiento refleja la creciente confianza del banco central en que el aumento sostenido de salarios garantizará que la inflación permanezca cerca de su meta del 2%.
Primera alza de tasas en más de un año
Esta es la primera vez desde julio de 2022 que el BoJ decide elevar las tasas de interés, lo que refuerza su postura de una política monetaria más estricta. La decisión se tomó en una reunión de dos días, donde ocho de los nueve miembros del Consejo votaron a favor de la medida, mientras que Toyoaki Nakamura expresó su disidencia.
El ajuste era esperado por los mercados y representa un paso hacia un objetivo más amplio del banco: alcanzar un nivel de tasas de interés cercano al 1%. Este rango es considerado por los analistas como ideal para evitar tanto un enfriamiento como un sobrecalentamiento de la economía japonesa.
Justificación del aumento
El BoJ fundamentó su decisión en los datos económicos más recientes, destacando el aumento constante de los salarios en Japón. Según el banco, múltiples empresas han expresado su compromiso de incrementar los sueldos durante las negociaciones salariales anuales de 2024, lo que respalda la previsión de una inflación sostenida cercana al 2%.
“La inflación subyacente está progresando hacia el objetivo del 2% establecido por el Banco de Japón, mientras que los mercados financieros permanecen estables en general”, señaló el comunicado oficial del BoJ.
Cambios en las directrices
El Banco de Japón mantuvo su orientación de política monetaria futura, dejando abierta la posibilidad de realizar ajustes adicionales en las tasas de interés si las condiciones económicas y de precios lo justifican. Sin embargo, eliminó una mención previa sobre la necesidad de monitorear los riesgos externos relacionados con economías y mercados internacionales.
Impacto en los mercados financieros
La decisión del BoJ tuvo un impacto inmediato en los mercados financieros. El yen japonés registró un incremento del 0.5%, situándose en 155.32 por dólar, mientras que el rendimiento de los bonos gubernamentales a dos años (JGB) alcanzó el 0.705%, su nivel más alto desde octubre de 2008.
Contexto global
El anuncio del BoJ llega en un momento de incertidumbre en la economía global, marcado por la reciente toma de posesión del presidente estadounidense Donald Trump y las posibles repercusiones de políticas comerciales más restrictivas, como el aumento de aranceles. Estas dinámicas han llevado a los bancos centrales a mantenerse vigilantes frente a los riesgos externos.
Con este incremento en las tasas de interés, el Banco de Japón reafirma su estrategia de ajuste gradual, confiando en la fortaleza del mercado laboral y el crecimiento salarial para garantizar una recuperación económica sostenida.
