Sanciones y efectos en remesas pondrían en riesgo relaciones económicas y diplomáticas
La reciente orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que busca designar a los cárteles de narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), ha generado preocupación en diversos sectores económicos y políticos. Expertos y exfuncionarios estadounidenses, entrevistados por The New York Times, advierten que esta medida podría tener graves consecuencias para las empresas estadounidenses establecidas en la frontera, especialmente aquellas que dependen de la mano de obra mexicana.
De ser implementada, la designación de los cárteles como terroristas traería consigo sanciones económicas, como multas, confiscación de bienes y restricciones de viaje. Las empresas que operan en ambos lados de la frontera, como las ubicadas en el norte de México, se verían obligadas a renunciar a sus operaciones en el país vecino para evitar ser sancionadas. Asimismo, las industrias como la agrícola, particularmente en Texas y California, podrían enfrentarse a complicaciones si los trabajadores mexicanos envían remesas a sus familiares en México, quienes pudieran estar vinculados al crimen organizado.
Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto que esta designación tendría sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos a México. En 2023, el país recibió 63,300 millones de dólares en remesas, lo que representa cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano. Las empresas que gestionan el envío de remesas, como Western Union, podrían verse obligadas a suspender las transacciones hacia México por temor a las posibles sanciones o investigaciones sobre sus clientes.
Posibles efectos en la economía informal
Fabian Teichmann, abogado experto en financiación del terrorismo, señaló que la etiqueta de “terrorista” podría empujar una gran parte de la economía mexicana hacia el sector informal, donde se utilizan métodos de pago en efectivo en lugar de transacciones electrónicas. Este cambio haría más difícil para las autoridades estadounidenses rastrear las estructuras financieras de los cárteles y dificultaría el trabajo de los investigadores.
Riesgos para la cooperación México-EE.UU.
Además de los efectos económicos, la designación de los cárteles como organizaciones terroristas podría generar un conflicto diplomático entre ambos países. De acuerdo con Craig Deare, exagregado militar estadounidense en la embajada de EE. UU. en México, si México percibe que esta medida viola su soberanía, podría considerar interrumpir la cooperación con Estados Unidos en temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico.
Este tipo de situación ya ocurrió durante el primer mandato de Trump, cuando el gobierno mexicano suspendió su cooperación con Estados Unidos tras la detención en EE. UU. del exsecretario de Defensa mexicano, Salvador Cienfuegos. En ese entonces, la cooperación en materia de control de drogas se paralizó, lo que puso en evidencia las tensiones entre ambos gobiernos.
Posibilidad de intervención militar
El presidente Trump, al firmar la orden ejecutiva, fue cuestionado sobre si esta medida podría implicar una intervención militar en México. Trump no descartó esta posibilidad, sugiriendo que podrían tomarse acciones para atacar a los cárteles en territorio mexicano. Esto abre la puerta a una posible escalada en las acciones de Estados Unidos contra el narcotráfico, una situación que no ha sido completamente abordada por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha mantenido un enfoque más cauteloso en cuanto a la relación con Estados Unidos.
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