El dólar y los aranceles sin efectos inmediatos tras toma de protesta de Trump
Sin imposición inmediata de tarifas comerciales
En sus primeras horas de gestión tras la reelección, Donald Trump evitó concretar sus repetidas amenazas arancelarias, marcando un inicio más moderado en su política comercial. Aunque las tarifas de hasta un 25 % para México y Canadá —incluidas en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA)— están en fase de ultimátum, el presidente decidió no ejecutarlas de inmediato, optando por estudiar las relaciones comerciales con estos países y China.
Trump firmó un memorando que instruye a las agencias federales a evaluar los acuerdos vigentes, como el tratado comercial con Pekín de 2020, y a planificar una revisión del USMCA para 2026. Según economistas, este enfoque más cauteloso podría ser una estrategia para ganar tiempo antes de tomar decisiones definitivas.
Emergencias nacionales y enfoque en China
El lunes, Trump declaró emergencias nacionales en la frontera sur y en el ámbito energético. Sin embargo, se abstuvo de incluir la emergencia económica, necesaria para implementar aranceles de forma inmediata. Su discurso inaugural, más medido que en campaña, sugiere una posible apertura al diálogo, especialmente con China.
Pekín, inicialmente señalado como un objetivo de aranceles de hasta el 60 %, pasó a ser objeto de una investigación por “prácticas comerciales injustas”. Además, Trump indicó su intención de discutir las relaciones comerciales con su homólogo chino, Xi Jinping, en las próximas semanas.
Impacto en mercados financieros
El enfoque comercial moderado tuvo repercusiones en los mercados financieros. La ausencia de nuevos aranceles frenó la apreciación del dólar, que había mostrado un fortalecimiento constante desde las elecciones. Sin embargo, las amenazas nocturnas de Trump de aplicar tarifas a México y Canadá reactivaron la presión sobre las divisas internacionales.
El dólar sigue siendo una prioridad para Trump, quien busca un debilitamiento de la moneda para hacer más competitivas las exportaciones estadounidenses. Este panorama genera incertidumbre en los mercados, que deberán adaptarse a las cambiantes estrategias comerciales del presidente.
Perspectivas a futuro
Bajo la política de “Estados Unidos Primero”, la administración republicana evalúa cuidadosamente sus próximos pasos en comercio exterior. Aunque la moderación inicial contrasta con las duras promesas de campaña, las futuras decisiones comerciales podrían redefinir el panorama económico global.
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