Blue Monday, ¿el día más triste del año o un truco de relaciones públicas?
Hoy, 20 de enero, se celebra el llamado “Blue Monday”, el tercer lunes de enero, considerado por muchos como el día más deprimente del año. Sin embargo, ¿es realmente este día el más triste? A pesar de la popularidad del concepto, la ciencia no ha encontrado pruebas que lo respalden. El fenómeno parece más bien una estrategia de marketing que ha logrado penetrar en la cultura moderna.
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El origen del mito: un truco de relaciones públicas
La historia del “Blue Monday” comienza en 2005, cuando el canal británico Sky Travel emitió un comunicado de prensa, en el que afirmaba haber calculado el día más deprimente del año. Con la ayuda del psicólogo Cliff Arnall, el canal desarrolló una fórmula que supuestamente tenía en cuenta factores como el clima, las deudas, el tiempo desde Navidad y la falta de éxito con los propósitos de Año Nuevo. Según esta fórmula, el tercer lunes de enero sería el día en que la gente más se sentiría deprimida.
Sin embargo, al analizar más de cerca la fórmula, se revela que sus variables son subjetivas y carecen de base científica. Factores como el clima, las deudas y el tiempo transcurrido desde las fiestas no pueden medirse con precisión ni compararse de manera objetiva. Por lo tanto, la idea de que este día sea el más deprimente del año carece de fundamento.
Una fórmula inconsistente
La fórmula propuesta por Arnall —[W+(D-d)]xTQ/MxNA— parece compleja, pero sus componentes no son verificables ni científicos. Por ejemplo, “W” representa el clima, “D” es la deuda y “d” es el salario mensual, pero no existe una forma coherente de medir estos factores ni de aplicar la fórmula de manera consistente. Además, el clima varía ampliamente de un lugar a otro, por lo que no se puede generalizar de esta manera.
Arnall ha expresado que no esperaba que su teoría se hiciera tan popular. Incluso admitió que, aunque ahora se opone a su propia creación y ha impulsado campañas en contra del “Blue Monday”, este fenómeno sigue siendo parte de una estrategia de marketing, en este caso, para promover el turismo invernal en las Islas Canarias.
La trivialización de la depresión
El problema principal con el concepto de “Blue Monday” es que trivializa la depresión, una condición mental seria que afecta a millones de personas en todo el mundo. La depresión no se limita a un solo día ni está vinculada a factores tan superficiales como el clima o las festividades pasadas. Los expertos en salud mental, como el Dr. Antonis Kousoulis, director de la Red Global de Acción en Salud Mental, han señalado que usar este día como símbolo de la depresión es inaceptable, ya que minimiza la gravedad de la enfermedad.
El verdadero desafío: el trastorno afectivo estacional (SAD)
Aunque el “Blue Monday” no tiene base científica, la depresión estacional, conocida también como Trastorno Afectivo Estacional (SAD, por sus siglas en inglés), es una condición real. El SAD es un tipo de depresión que ocurre típicamente durante los meses de otoño e invierno, cuando la falta de luz solar afecta el equilibrio bioquímico en el cerebro. En los Estados Unidos, se estima que 10 millones de personas sufren de SAD, mientras que un 10% a 20% adicional presenta síntomas más leves.
Los síntomas comunes de este trastorno incluyen fatiga, aumento de peso debido al consumo excesivo de carbohidratos, pérdida de interés en actividades, sentimientos de inutilidad y dificultades para concentrarse. El SAD afecta principalmente a personas entre los 18 y 30 años, y es más frecuente en mujeres que en hombres.
Cómo combatir el trastorno afectivo estacional
Existen varias maneras de tratar el SAD. Una de las más efectivas es la terapia de luz, que implica exponerse a una caja de luz brillante durante al menos 20 minutos al día. La exposición a la luz natural también puede mejorar los síntomas, por lo que es recomendable pasar más tiempo al aire libre o ajustar el entorno doméstico para aprovechar la luz del día.
El ejercicio regular, una dieta equilibrada y mantener una buena rutina de sueño también son factores que contribuyen a mejorar la salud mental durante los meses más oscuros. Para aquellos que padecen SAD de manera severa, el uso de antidepresivos y la terapia conversacional pueden ser soluciones efectivas.
Conclusión: no existen atajos para la depresión
Aunque el “Blue Monday” ha logrado convertirse en una fecha que genera conversación, es importante recordar que la depresión no se soluciona con simples fórmulas ni con vacaciones a destinos soleados. Si bien el concepto de este día triste tiene un fondo de marketing y no de ciencia, el trastorno afectivo estacional sigue siendo una preocupación legítima que merece atención y tratamiento adecuado. Para aquellos que experimentan tristeza persistente, lo mejor es buscar el apoyo profesional necesario para superar los meses más oscuros del año.
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