La Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene hasta la semana del 10 de febrero para renunciar a su concesión mayorista de telecomunicaciones y convertirse en dueña de Altán Redes. Esta decisión le permitiría al Estado mexicano convertirse en el principal accionista de la empresa, con un 23.08% de los derechos fideicomisarios, lo que influiría en la toma de decisiones del directorio de Altán, empresa que ofrece servicios mayoristas de Internet.
El IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones) ha establecido dos condiciones clave para que esta concentración de activos sea aprobada. La primera implica que Altán Redes opere de manera independiente del grupo de interés económico de la CFE, garantizando que no se den tratos discriminatorios a terceros en el negocio mayorista. La segunda condición obliga a la CFE a renunciar a su concesión mayorista, otorgada en marzo de 2023, con vigencia hasta 2053. Esto busca evitar que la red celular de Altán, conocida como la Red Compartida, quede bajo la influencia de CFE, que tiene también concesiones de telecomunicaciones a nivel nacional.
El IFT destacó que esta medida es parte de un esfuerzo por mantener la competencia y la neutralidad en los mercados de telecomunicaciones, evitando que la CFE y Altán puedan generar distorsiones o barreras para otros proveedores. Las partes involucradas deben aceptar estas condiciones en un plazo de 20 días, de lo contrario, la operación no será autorizada.
Este proceso es un paso crucial en la regulación del sector de telecomunicaciones en México, con el objetivo de preservar la libre competencia y evitar prácticas que perjudiquen a los consumidores o a empresas competidoras.
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