Ripple mantiene su confianza en la victoria legal mientras la guerra contra la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) llega a su fin. Los ejecutivos de la empresa han criticado abiertamente el enfoque regulatorio de la SEC, especialmente bajo la presidencia de Gary Gensler. Esta crítica se intensifica con la presentación de la apelación de la SEC contra Ripple Labs, a pesar de los fallos anteriores que no lograron respaldar sus argumentos de que XRP debería considerarse un valor.
El asesor general de Ripple, Stuart Alderoty, abordó recientemente la apelación y expresó su frustración con las acciones de la SEC. “Le pedimos a la SEC que aceptara posponer la presentación de su escrito de apertura en su apelación de nuestra victoria… y se negaron. ¡Qué pérdida de tiempo y dinero de los contribuyentes!” afirmó Alderoty. A pesar de las dificultades, Ripple confía en su posición legal y espera que con el cambio de liderazgo en la SEC, las perspectivas regulatorias para las criptomonedas mejoren.
El miércoles 15 de enero, la SEC presentó su escrito de apertura en la apelación, repitiendo argumentos que previamente no habían sido aceptados por el tribunal. Sin embargo, Ripple sigue manteniendo su postura firme y asegura que los argumentos de la SEC son inconsistentes. Alderoty añadió que “la próxima administración probablemente abandonará estos argumentos fallidos” y anticipó una nueva era de regulación favorable a la innovación. Esta postura refleja el optimismo de Ripple ante lo que muchos consideran una transición de políticas regulatorias hacia un enfoque más equilibrado para las criptomonedas.
La SEC enfrenta críticas y cambios en su liderazgo
El director ejecutivo de Ripple, Brad Garlinghouse, también se unió a las críticas hacia Gensler, quien ha sido percibido como inflexible en su enfoque hacia la regulación de las criptomonedas. Garlinghouse destacó: “Gensler, muy fiel a su estilo, se compromete plenamente con su fallida agenda de ‘regulación por aplicación’ hasta el amargo final”. Estas palabras subrayan el descontento de Ripple y otros en la industria de las criptomonedas con el enfoque punitivo de la SEC.
En medio de este panorama, la dimisión anticipada de Gensler el 20 de enero coincide con la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Trump ha mostrado un creciente apoyo hacia las criptomonedas y, según los analistas, su administración podría traer cambios regulatorios más favorables. De hecho, Trump ha nombrado a varias personas con puntos de vista pro-cripto, lo que alimenta las especulaciones sobre una futura regulación más constructiva para la industria.
Ripple, por su parte, se mantiene optimista respecto a sus perspectivas legales y está preparado para enfrentar el cambio de liderazgo en la SEC. La compañía espera que este cambio de administración impulse una regulación más clara y favorable para la innovación en el sector de las criptomonedas.
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