El presidente ruso, Vladimir Putin, recibirá este viernes en Moscú a su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian, para firmar un pacto de asociación estratégica entre ambos países. Este acuerdo busca fortalecer la cooperación en áreas clave como el comercio, la logística, el transporte y las iniciativas humanitarias. También se discutirán temas urgentes relacionados con la situación regional e internacional, en un contexto de creciente presión internacional sobre ambos gobiernos.
El pacto se firma en un momento delicado para las relaciones internacionales de Irán. Las acusaciones de Ucrania y Occidente, que aseguran que Teherán ha suministrado drones de ataque a Rusia para ser usados en el conflicto en Ucrania, han puesto a ambos países en la mira de la comunidad internacional. A pesar de que Moscú y Teherán niegan estas acusaciones, los ataques rusos a infraestructuras ucranianas con estos drones han reforzado la percepción de una colaboración militar estrecha entre ambos países.
Irán, por su parte, busca asegurar el suministro de armamento avanzado desde Rusia, como sistemas de defensa aérea y aviones de combate, para reforzar su seguridad frente a amenazas, particularmente de Israel. El gobierno iraní también ha estado negociando la compra de cazas Sukhoi Su-35 para modernizar su flota aérea, que ha sufrido debido a las sanciones internacionales. Sin embargo, hasta la fecha, solo ha recibido aviones de entrenamiento Yak-130.
Impacto regional y económico
La visita de Pezeshkian a Moscú se lleva a cabo en un momento crucial, a solo unos días de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha expresado su interés en mediar en el conflicto de Ucrania. Mientras tanto, Irán sigue enfrentando una creciente presión en el Medio Oriente. El conflicto en Gaza y los ataques israelíes a grupos como Hamás y Hezbolá han dejado una huella significativa en la influencia iraní en la región. Además, el apoyo financiero de Irán al régimen de Bashar al-Assad en Siria se ha visto afectado por la situación interna en Siria y por los avances de las fuerzas opositoras.
La economía iraní sigue luchando tras la caída del acuerdo nuclear de 2015, lo que ha provocado un aislamiento económico y nuevas dificultades internas. A pesar de recibir tecnología militar de Rusia, como las baterías antiaéreas S-300, Teherán ha sufrido varios ataques por parte de Israel que han puesto en peligro su capacidad de defensa.
El acuerdo que se firmará entre Rusia e Irán se considera crucial para ambos países, ya que Teherán espera conseguir promesas de apoyo económico y militar, mientras que Moscú se asegura de un aliado clave en medio de las presiones globales. Sin embargo, las relaciones no son totalmente armoniosas, ya que ha aumentado el malestar dentro de la Guardia Revolucionaria de Irán, especialmente después de filtraciones recientes que culpan a Rusia por varios problemas que Irán ha enfrentado en Siria.
