Claudia Sheinbaum se compromete a colaborar con EE.UU. en la crisis de fentanilo, pero rechaza injerencias

La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que su gobierno colaborará con Estados Unidos para abordar la crisis de sobredosis de fentanilo que afecta al país vecino, donde alrededor de 100 mil personas mueren anualmente por esta causa. Sin embargo, subrayó que esta cooperación se realizará sin permitir injerencias ni subordinación.

Enfoque en salud pública y soberanía

Durante su conferencia matutina del 2 de enero, Sheinbaum afirmó que el tema será tratado como una cuestión de salud pública, al tiempo que reiteró la soberanía de México en el manejo del problema.

“Colaboramos por razones humanitarias, pero México no acepta injerencismo. Nos hacemos cargo las y los mexicanos”, señaló.

Sheinbaum enfatizó que el gobierno mexicano buscará no solo detener a quienes producen y distribuyen fentanilo, sino también abordar el problema desde un enfoque sanitario.

Respuesta al reportaje del NYT

La declaración de la presidenta surge tras la publicación de un reportaje del New York Times que documentó un supuesto laboratorio de fentanilo en Sinaloa. El diario estadounidense afirmó que su investigación incluyó meses de trabajo, citas oficiales y exfuncionarios mexicanos para respaldar la información presentada.

No obstante, Sheinbaum calificó el reportaje como “poco creíble” y afirmó que los procesos de producción descritos no coinciden con los métodos conocidos.

Postura del NYT

El New York Times defendió la veracidad de su reportaje, destacando el rigor y la investigación realizada por su equipo. El medio estadounidense reafirmó su confianza en el trabajo periodístico y en las pruebas documentadas sobre la producción de fentanilo en México.

Colaboración con límites

Sheinbaum aseguró que su gobierno continuará trabajando en conjunto con Estados Unidos para mitigar esta crisis, pero dejó claro que México mantendrá su independencia y no permitirá intromisiones extranjeras en su territorio.

Con este posicionamiento, la presidenta busca equilibrar la colaboración internacional con la defensa de la soberanía nacional, en medio de un problema que trasciende fronteras y afecta a millones de personas.