Ataques en Nueva Orleans y Las Vegas: La influencia del Estado Islámico y los atentados perpetrados por afiliados y lobos solitarios

Estado Islámico

El ataque ocurrido el pasado 1 de enero en Nueva Orleans, en el que una multitud fue embestida por una camioneta durante las celebraciones de Año Nuevo, ha sido relacionado con el grupo extremista Estado Islámico (EI).

La información fue proporcionada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que confirmó que el autor del atentado, Shamsud-Din Jabbar, declaró haber jurado lealtad al EI antes del verano pasado.

El atentado culminó con la muerte de 14 personas y la del propio atacante, quien fue abatido por las autoridades. En el vehículo se encontró la emblemática bandera negra del grupo extremista. Se explicó que el atacante había planeado originalmente un ataque contra sus familiares y amigos, pero decidió cambiar de objetivo para atraer la atención mediática hacia lo que denominó una “guerra entre creyentes y no creyentes”.

Investigación y conexión con el Estado Islámico

Se ha informado que la investigación busca esclarecer si Din Jabbar recibió instrucciones directas del Estado Islámico o de alguno de los 19 grupos afiliados en diversas regiones del mundo. Aunque el grupo extremista ha sido significativamente debilitado desde la pérdida de su autoproclamado califato en Siria e Irak, se ha destacado que su influencia ideológica persiste en diversas partes del mundo.

A pesar de haber sido despojado de su territorio en 2019 por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, el grupo Estado Islámico ha continuado inspirando a individuos y grupos afiliados para llevar a cabo ataques en nombre de su causa. Expertos han advertido que, aunque sus operaciones han sido mermadas, su ideología sigue siendo utilizada como estímulo para actos violentos en Occidente y otras regiones.

Historia del grupo Estado Islámico

El Estado Islámico, también conocido como ISIS, surgó como una facción disidente de Al-Qaeda bajo el liderazgo de Abu Bakr al-Baghdadi. Durante su apogeo en 2014, logró controlar vastas extensiones de territorio en Irak y Siria, donde impuso un régimen de terror que incluyó ejecuciones, abusos sistemáticos contra minorías religiosas y una interpretación extrema del Islam.

En 2019, el grupo fue finalmente despojado de su última fortaleza territorial. Su líder, al-Baghdadi, se suicidó durante una redada liderada por fuerzas estadounidenses. Actualmente, el grupo central ha quedado reducido a una organización dispersa, que sigue intentando reconstruir su fuerza y recuperar influencia en Siria e Irak.

Ataques recientes y conexión con lobos solitarios

El atentado en Nueva Orleans ha sido identificado como uno de los más mortíferos inspirados por el Estado Islámico en Estados Unidos en los últimos años. Otros incidentes similares incluyen la masacre en San Bernardino, California, en 2014, donde 14 personas fueron asesinadas, y el ataque al club nocturno Pulse en Orlando, Florida, en 2016, que dejó 49 víctimas mortales. En ambos casos, los perpetradores habían declarado su apoyo al EI.

En años recientes, la capacidad del grupo para llevar a cabo ataques organizados se ha reducido significativamente gracias a las operaciones antiterroristas lideradas por Estados Unidos y otros países. Sin embargo, se ha advertido que la amenaza de ataques individuales, conocidos como “lobos solitarios”, sigue siendo elevada debido a la facilidad con la que el grupo extremista difunde su propaganda a través de plataformas en línea.

El papel de la ideología y la propaganda

La bandera negra del EI, con inscripciones que representan principios fundamentales del Islam, ha sido utilizada como un símbolo de opresión por parte del grupo. A pesar de que la mayoría de los musulmanes condena las acciones del EI como una distorsión de su religión, su propaganda sigue atrayendo a individuos vulnerables a la radicalización.

Los expertos han indicado que el EI ha evolucionado hacia una “marca ideológica” que inspira ataques en diferentes partes del mundo. Esto se ha evidenciado en atentados recientes, como el ocurrido en Moscú en marzo de 2024, atribuido a un grupo afiliado al EI con base en Afganistán, que dejó más de 130 víctimas.

Advertencias recientes de seguridad

En el último año, el FBI ha emitido alertas sobre una mayor amenaza de terrorismo internacional, especialmente tras los ataques ocurridos en Israel y Gaza en octubre de 2023. Se ha reportado que partidarios del EI han celebrado ataques en plataformas en línea, lo que refuerza las preocupaciones sobre posibles incidentes en el futuro.

A pesar de los avances logrados por las agencias de seguridad en la interrupción de complots antes de que se materialicen, la amenaza de nuevos atentados persiste. Las autoridades han subrayado la necesidad de permanecer vigilantes frente a la radicalización en línea y la propagación de ideologías extremistas.