El declive de las Humanidades: una alarma compartida
Un retroceso evidente en la educación
“El declive de las humanidades es evidente”, afirmó Joan Guàrdia, rector de la Universitat de Barcelona (UB), quien cada año recibe a unos 18,000 nuevos alumnos. Este lamento, claro y contundente, resuena entre los profesores de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), la Autònoma de Barcelona (UAB) y docentes de instituto. Según ellos, el retroceso en el interés institucional por las humanidades afecta tanto la educación como el sentimiento de pertenencia cultural.
La preocupación se intensificó recientemente con el borrador de un cambio curricular que modifica la enseñanza de la literatura catalana y castellana para alinearse con la normativa estatal. Las universidades públicas expresaron su “máxima preocupación” por el impacto de esta decisión en la formación de los estudiantes.
Reflexión versus consumo rápido
Para Guàrdia, las humanidades requieren una mirada pausada y reflexiva, un enfoque que se ve desplazado en un mundo acelerado. “Un consumo rápido y de poca complejidad de la información implica la pérdida progresiva de la capacidad de reflexionar sobre el entorno”, aseguró. Las humanidades, según él, son indispensables para entender el contexto y generar pensamiento crítico.
Jordi Mir, profesor de Humanidades en la UPF, refuerza esta idea: “El debate esencial es cómo formamos a los jóvenes para que piensen por sí mismos lo que les ocurre y les ocurrirá”. No obstante, subraya que el profesorado actual enfrenta limitaciones en tiempos y temarios, lo que dificulta transmitir esta capacidad a los estudiantes.
Pérdida de referencias Culturales
Jaume Aulet, ex profesor del máster de secundaria de la UAB, advierte sobre un fenómeno preocupante: la pérdida de referentes culturales y literarios. Según él, la tarea de la escuela debería ser revertir esta tendencia, pero los nuevos profesores, especialmente si no provienen de estudios literarios, tienden a priorizar la enseñanza de la lengua sobre la literatura.
Aulet también señala que, mientras las escuelas privadas de élite mantienen las humanidades como parte esencial de su currículo, las públicas parecen relegarlas. “Si cada profesor puede proponer las lecturas de bachillerato sin un canon cultural común, se perderá una visión compartida del mundo”, alerta.
Identidad cultural y lingüística en riesgo
La pérdida de una educación humanística compartida pone en peligro la identidad cultural, según varios académicos. “El hecho de que todos los estudiantes de Catalunya lean la misma obra da un sentido de referencia y de identidad común”, afirma Gajas. Si esta práctica se diluye, la sociedad podría enfrentar una desconexión cultural y lingüística que comprometería su cohesión.
El Reto de rescatar las Humanidades
Aunque los jóvenes consumen más contenido cultural que nunca, especialmente a través de la música y el cine, este consumo no reemplaza la necesidad de una formación humanística sólida. Los expertos coinciden en que las humanidades son esenciales para desarrollar una sociedad reflexiva, crítica y con identidad propia. El desafío es integrar su enseñanza en un mundo que avanza a velocidad vertiginosa.
La pregunta, entonces, no es si las humanidades son importantes, sino cómo garantizar su relevancia en el futuro. ¿Estamos dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en preservarlas? La respuesta podría definir el rumbo de nuestra sociedad.