Este 19 de diciembre se cumplen tres décadas del conocido “error de diciembre”, un evento que marcó el inicio de una de las peores crisis económicas en la historia de México. Lo que comenzó como una aparente transición política y económica terminó desatando un colapso financiero que afectó a millones de mexicanos y transformó el panorama económico del país.
Contexto Económico y Político en 1994
En 1994, México proyectaba una imagen optimista en la escena internacional. Era visto como un modelo de éxito entre las economías emergentes y había logrado integrarse en mayo de ese año a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sin embargo, esta percepción no reflejaba las tensiones internas que estaban gestándose.
El peso mexicano estaba sobrevaluado en aproximadamente un 20 %, según economistas de la UNAM, y la situación se agravaba debido a una combinación de factores:
- Eventos políticos desestabilizadores, como el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu y el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
- Políticas monetarias y fiscales cuestionables bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que incluyeron un elevado gasto público y el uso de Tesobonos indexados al dólar para atraer inversión extranjera.
La Caída de las Reservas Internacionales
El uso de Tesobonos como herramienta financiera implicó que el gobierno federal drenara las reservas internacionales del Banco de México para garantizar los pagos a los inversionistas extranjeros. Al inicio de 1994, las reservas eran de casi 40 mil millones de dólares, pero para noviembre habían caído drásticamente a solo 9 mil millones, dejando al país al borde de la insolvencia.
Para tratar de contener la crisis, el Banco de México compró deuda nacional, lo que evitó un aumento inmediato en las tasas de interés pero dejó a la economía en una situación extremadamente precaria.
Reuniones y Decisiones Críticas
En noviembre de 1994, las autoridades reconocieron la necesidad de devaluar el peso. En una reunión clave, en la que participaron el presidente saliente Carlos Salinas, el presidente electo Ernesto Zedillo, y otros altos funcionarios, se discutió esta posibilidad. Sin embargo, se optó por posponer la decisión, probablemente para evitar que la transición presidencial estuviera marcada por un ajuste económico de gran impacto.
El 1 de diciembre, Ernesto Zedillo asumió la presidencia, pero la devaluación ya era inevitable. Apenas unos días después, el 20 de diciembre, el peso mexicano sufrió una devaluación del 15 % frente al dólar, lo que detonó una inflación descontrolada.
Consecuencias Inmediatas y Reacción de los Mercados
La devaluación inicial elevó el tipo de cambio de 3.46 pesos por dólar a 4.99, y el establecimiento de un tipo de cambio flotante provocó fluctuaciones constantes. Los inversionistas extranjeros comenzaron a retirar sus fondos del país, intensificando la crisis financiera.
El momento del anuncio, un miércoles, fue particularmente desafortunado, ya que dejó al mercado vulnerable durante varios días antes de que el gobierno pudiera implementar medidas para contener la fuga de capitales.
Impacto Nacional e Internacional
La crisis no solo afectó a México, sino que también tuvo repercusiones internacionales. La necesidad de un rescate financiero llevó al gobierno mexicano a negociar un paquete de ayuda de emergencia con organismos internacionales y el gobierno de Estados Unidos, conocido como el “Rescate del Tesoro”.
El “error de diciembre” dejó una marca indeleble en la economía mexicana, transformando las políticas financieras y dejando lecciones que todavía resuenan en la actualidad.