Ante Donald Trump imaginación y esperanza
15 diciembre, 2024
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Frente a la amenaza retórica, frente al miedo, frente al desconcierto y la incertidumbre que han generado en diversos sectores de la sociedad mexicana los posicionamientos de Donald Trump respecto a los aranceles como estrategia para obligar la contención del avance de China en Norteamérica; o respecto a la migración con los anuncios de deportaciones masivas; o las intenciones de combatir directamente -sin respetar cuestiones de Soberanía territorial- a las bandas del crimen organizado que introducen fentanilo en su territorio y afectan la salud de miles de sus ciudadanos, y; de cara a la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá que es vital para nuestra nación (y la de ellos también), lo que procede y lo que es necesario e indispensable,es serenarse y dimensionar bien la realidad con el objeto de poder actuar con inteligencia frente al que será el nuevo inquilino de la Casa Blanca en Washington, DC. Dicen los que lo conocen, y también trasluce en su imagen pública y mediática, que Donald Trump es un ser con una personalidad arrogante, caprichosa y que suele imponerse y conseguir lo que quiere siempre. Hay que tener muy presente el estilo político en el ejercicio del poder de Donald Trump (ya experimentado por México en su periodo anterior 2016-2020) de usar todos los recursos disponibles del gran poder que le otorga ser el presidente de la primera potencia mundial para amedrentar y sacar ventaja de inicio en cualquier negociación ante sus contrapartes.Se sabe y se le califica a Donald Trump como PRAGMÁTICO. Esto no es un dato menor, es muy relevante.
Por eso resulta conveniente tener presente lo que nos dice un conocedor de la sociedad americana como lo es Roberto Mangabeira Unger y lo que nos dice en su libro “El Despertar del Individuo. Imaginación y esperanza”. El afamado filósofo y político brasileño -autor de varios libros sobre teoría social, pensamiento jurídico y económico, alternativas políticas y filosofía; quien a su vez es catedrático de derecho en la Universidad de Harvard y cuyo trabajo está muy bien acreditado en la Harvard LawSchool como integrante del Critical Legal Studies– afirma que el pragmatismo es la filosofía de nuestro tiempo y que “al haber perdido la confianza en los grandes proyectos, tanto teóricos como políticos, aprendimos a vivir sin ellos en vez de recuperarlos y reconstruirlos de maneras más prometedoras”; continua nuestro autor aseverando que “lo importante no es rescatar el pragmatismo, sino dar cuenta de nuestra condición humana y elevarla. La imaginación y la esperanza serán nuestras guías gemelas”. Refiere Mangabeira que “nosotros y nuestras acciones son el comienzo, el resto del resto. Nuestros afanes más poderosos y persistentes tienen que ver con nosotros mismos y con nuestra relación con los demás” …. “la señal del éxito es la serenidad …. Podemos empezar a tener una idea del camino a seguir considerando el papel que la voluntad y la imaginación deberán desempeñar para abrirlo” y recomienda que “para vivir y actuar con éxito, debemos enfrentar al mundo manifiesto. Es más que un intento de evaluar exitosamente las oportunidades y los obstáculos para la acción que deseamos emprender”.Entonces, en la relación con Donald Trump y en la atención a todos los temas que derivan de nuestra vecindad con los Estados Unidos de América a partir del 20 de enero que tome posesión del cargo de Presidente, tengamos claro junto con Mangabeiraque “todo cambia más tarde o más temprano, pero no al mismo tiempo o en la misma dirección o de la misma manera”, y que “para entender una situación, debemos ser capaces de imaginarla transformada bajo una serie de condiciones” y que “a medida que el mundo cambia, las reglas por las cuales cambia también cambian”.
México iniciará una nueva etapa en la relación con EEUU y con su Presidente Donald Trump, al que ya hemos catalogado y a quien ya conocemos. Los mexicanos tenemos nuestro propio horizonte y nuestras expectativas. El gobierno de la República negociará por todos el T-MEC y todos los demás aspectos de la relación bilateral. Es por ello por lo que “debemos reconquistar, desde abajo y desde adentro, la capacidad de imaginar alternativas …” en la construcción de una relación beneficiosa para ambas naciones y enfrentar con solvencia política y moral la complejidad y la variedad de intereses existentes. La parte conceptual de definir a dónde queremos llegar y cómo s que queremos llegar es fundamental ya que es preciso entender que “el rumbo que se toma importa más que la longitud de cada paso”.