La política y la buena diplomacia son el arte de hacer la guerra por medios pacíficos. Esta frase bien podría resumir a la política exterior mexicana, la cual ya tuvo su periodo para ser frontal y violenta y como premio obtuvo, nada más y nada menos, que la supervivencia y existencia del país mexicano. No es casualidad que nuestro país haya logrado mantener un territorio, población y gobierno frente a la potencia imperialista más feroz de nuestros tiempos: fue, sin lugar a dudas, gracias a un cuerpo diplomático que supo hacer frente de manera creativa, innovadora para su época y con la misma ferocidad que sus homólogos del vecino país.
Ahora, en la época actual, México ha aprendido a ser más inteligente, ya no tan frontal pero sí igual de temerario que antes. Contrario a lo que muchos piensan, se ha logrado ganar muchas batallas frente a los Estados Unidos desde la astucia y la estrategia.
Por poner un ejemplo, México es el país con la diáspora más extensa en Estados Unidos, y no solamente eso, nuestra nación es quien más representaciones diplomáticas tiene en otro país, ningún otro tiene tantas como México en Estados Unidos.
53 Representaciones a lo largo del territorio del otro lado del Río Bravo que no solo son cantidad sino calidad, el trabajo de estas oficinas va desde emitir un pasaporte hasta colaborar estratégicamente para la reducción de un cargo de pena capital de un nacional mexicano condenado en Estados Unidos o bien, ayudar a detener una deportación e impedir una posible separación familiar.
Por esta razón y ante el incendiario y efervescente discurso de Donald Trump de realizar deportaciones masivas, el gobierno mexicano puede estar preocupado sin que esto suponga que no esté preparado. La incertidumbre alarma, pero como lo hemos dicho líneas arriba, la diplomacia mexicana ya está acostumbrada y sabe cómo lidiar de manera inteligente ante las ocurrencias norteamericanas.
Apenas esta semana, nuestra presidenta Claudia Sheinbaun anunció que ya se tiene un plan para fortalecer la atención a mexicanos en consulados, lo que incluye digitalización de trámites y mayor enfoque a la defensa y asesoría jurídica para los nuestros. Como parte de esto, Juan Ramón de la Fuente, actual Canciller también estará realizando una gira a ese país para hacer visitas a algunas de las representaciones y reunirse con los principales aliados de estas.
Los Consulados están haciendo lo propio, varios se han empezado a reunir con líderes comunitarios y autoridades para expresar las principales preocupaciones de la comunidad al tiempo que buscan también mantenerla bien informada, con los primeros han empezado a idear planes de contingencia y respuesta rápida antes posibles redadas y detenciones arbitrarias. Las líneas de defensa están muy claras y México sabe cómo, cuándo y dónde.
La continuidad y fortalecimiento del programa de asesorías legales para mexicanos en el exterior también fue anunciado ¿qué es este programa? Podemos decir que, sobre la misma línea de la excelente planificación y sagacidad de la política exterior mexicana, se dieron cuenta de que, por cuestiones de respeto a la soberanía extranjera, no pueden intervenir directamente para defender a nuestros mexicanos frente a autoridades pero si pueden colaborar, contratar y pagar para que sus mismos abogados y organizaciones lo hagan, brindando a todos los mexicanos una línea de defensa robusta, confiable y asequible en territorio ajeno.
El revés que esto representa es una declaración política imponente de México. ¿Indocumentados? No, yo estoy aquí para documentar a los míos que pueden obtener una identificación oficial válida en todo el mundo como lo es el pasaporte, en menos de una hora. ¿Indefensos? Tampoco, me alío con los tuyos para defender a los míos.
