Salario mínimo 2025: propuestas y expectativas
Negociaciones clave para el salario mínimo
El salario mínimo 2025 se encuentra en proceso de definición, con propuestas que oscilan entre un incremento del 12.5 % y el 25 %. La presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado un aumento del 12.5 %, alineado con el sector empresarial, mientras que los sindicatos proponen ajustes más altos. El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) trabaja para alcanzar un consenso antes del 1 de diciembre.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha respaldado un crecimiento en línea con lo propuesto por el gobierno, mientras que los sindicatos buscan un alza más significativa, entre 20 % y 25 %. Este debate se enmarca en un contexto de recuperación salarial iniciado en el gobierno anterior, con el objetivo de alcanzar un ingreso equivalente a 2.5 canastas básicas para 2030.
Factores detrás del ajuste
El incremento del salario mínimo responde a diversos factores:
- Desindexación del salario mínimo: desde 2016, la referencia salarial se desvinculó del cálculo de sanciones y obligaciones, reemplazándose por la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
- Monto Independiente de Recuperación (MIR): implementado en 2016, permite ajustes absolutos para recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo.
- T-MEC: el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá obliga a México a mejorar las condiciones salariales como parte de los compromisos adquiridos.
Estas medidas han permitido que el salario mínimo pase de 88.40 pesos diarios en 2018 a 248.93 pesos en 2024, con incrementos que han superado el promedio de países miembros de la OCDE.
Impacto de los aumentos
El salario mínimo ha mejorado significativamente los ingresos de los trabajadores y reducido la pobreza laboral. De 2018 a 2022, más de 4.1 millones de personas salieron de la pobreza gracias a la recuperación del poder adquisitivo. Además, los ajustes han reducido la brecha salarial de género en un 25 % desde 2019.
A nivel regional, México ha avanzado de la posición 16 a la séptima economía con el salario mínimo más alto en América Latina, superando el promedio de la región. Estudios de la Conasami destacan que estos incrementos no han generado un impacto negativo en la inflación, consolidando el éxito de la política de recuperación salarial.
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