Taxistas autorizados han denunciado lo que califican como una maniobra injusta por parte de las autoridades aeroportuarias
En un contexto de creciente conflicto en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), los taxistas autorizados han denunciado lo que califican como una maniobra injusta por parte de las autoridades aeroportuarias. Según un comunicado emitido por este gremio, existe una insistencia por parte de las autoridades para introducir taxis de aplicación al recinto sin un marco jurídico sólido que respalde esta acción, lo que ellos consideran una amenaza directa a su labor.
Los taxistas tradicionales del AICM subrayan su experiencia de más de un cuarto de siglo prestando servicio a los 135 mil pasajeros que transitan diariamente por la terminal aérea. Este servicio, argumentan, no solo está regulado por permisos otorgados bajo normativas claras, sino que también ha sido parte fundamental de la logística y movilidad en una de las terminales más transitadas de América Latina.
A esto se suma que los taxistas sospechan que los quieren obligar a ingresar a una empresa en donde temen que se obtengan beneficios y no precisamente para ellos, por eso comentan que más que seguridad lo que les importa son la finalidad en los negocios.
Sin embargo, la llegada de aplicaciones de transporte ha abierto un debate sobre la modernización del servicio versus la protección de los derechos adquiridos por los permisionarios.
Uno de los puntos clave de la denuncia de los taxistas es la aparente falta de un marco legal claro que justifique la incorporación de vehículos de aplicaciones al aeropuerto. Según los representantes del gremio, esta medida carece de una planeación adecuada y genera incertidumbre tanto para los prestadores del servicio tradicional como para los usuarios, quienes podrían enfrentar situaciones de inseguridad o precios variables al no contar con reglas claras.
La entrada de taxis de aplicación podría desplazar a los permisionarios tradicionales, generando un impacto económico en miles de familias que dependen de este servicio. Además, los taxistas argumentan que sus unidades cumplen con estándares de seguridad, tarifas reguladas y capacitación para ofrecer un servicio confiable, características que, afirman, no siempre garantizan las plataformas digitales.
Diálogo necesario
Este conflicto pone sobre la mesa la necesidad de un diálogo entre autoridades, taxistas tradicionales y empresas de transporte por aplicación. La búsqueda de soluciones debe garantizar tanto la modernización del servicio como la protección de los derechos adquiridos y la seguridad de los usuarios.
Mientras tanto, los permisionarios insisten en que no cesarán en su lucha por defender su lugar en el AICM, un espacio que consideran esencial no solo para su sustento, sino también para la movilidad eficiente de la Ciudad de México.