10 CONSEJOS PARA QUIENES ESTUDIAN DERECHO Y ABOGADOS JÓVENES

  • La austeridad, la humildad, el amor al pueblo y a la justicia deben ser virtudes que desarrollen para el bienestar social.

Queridos estudiantes, futuras abogadas y abogados del mañana:

Hoy quiero compartir con ustedes algunas reflexiones que he aprendido a lo largo de mi camino. El derecho es una profesión fascinante, pero también una enorme responsabilidad y como abogados, tendrán en sus manos la capacidad de transformar vidas y construir una sociedad más justa. Por eso, el día de hoy me atrevo a compartir con ustedes algunos consejos:

1. Nunca dejen de aprender

El título que obtengan será solo el primer escalón. El derecho no es estático; constantemente se actualiza con nuevas leyes, reformas, jurisprudencia y doctrinas. Aprender no termina en el aula ni en el momento en que reciben su cédula. Inviertan tiempo en cursos, especializaciones, diplomados, y sobre todo, manténganse al tanto de los cambios en la legislación y los precedentes judiciales. Leer y asistir a congresos no solo les dará herramientas técnicas, sino también una perspectiva más amplia de su profesión.

2. La integridad es su mejor carta de presentación

En una profesión donde se trabaja con el honor, la libertad y los derechos de las personas, la ética no es negociable. La confianza que sus clientes y la sociedad depositan en ustedes será uno de sus activos más valiosos. Eviten tomar atajos o comprometer sus principios por un beneficio económico o personal. Las consecuencias de una mala decisión pueden ser irreparables, y la reputación de un abogado es difícil de reconstruir. La justicia no solo debe hacerse, sino también parecerse.

3. Sean defensores de los derechos humanos

El derecho no trata solo de leyes, sino de personas. Defender los derechos de quienes no tienen voz es una de las misiones más nobles que pueden asumir. Recuerden que los derechos humanos no son un lujo ni algo accesorio; son la base de cualquier sociedad justa. En cada expediente que pase por sus manos, busquen la dimensión humana, porque detrás de los textos legales hay historias, sufrimientos y esperanzas.

4. Promuevan y defiendan la justicia social

Más allá de las leyes, el derecho es un medio para transformar realidades. Como abogados, tienen la oportunidad de luchar contra desigualdades y abrir puertas para quienes más lo necesitan. Sean conscientes de que los casos que asuman no son simples trámites, sino problemas que afectan vidas. La justicia social no se logra solo en los tribunales, sino también en sus decisiones diarias, en la forma en que tratan a sus clientes y en los casos que deciden tomar. Sean solidarios con aquellas personas que no cuentan con recursos para defenderse, no todo se trata de dinero, al contrario, la austeridad, la humildad, el amor al pueblo y a la justicia deben ser virtudes que desarrollen para el bienestar social.

5. Participen más allá de las aulas

La formación profesional no ocurre únicamente en las aulas. Participar en actividades como concursos de debate, simulacros de juicios, clínicas jurídicas y actividades pro bono les permitirá aplicar sus conocimientos de manera práctica. Además, involucrarse con otros profesionales y estudiantes les ayudará a construir una red de contactos que será invaluable para su desarrollo profesional. La experiencia práctica y las conexiones que establezcan les abrirán puertas que no pueden preverse desde los libros.

6. Adáptense al cambio

El derecho, como la sociedad, está en constante evolución. Las reformas legales, los avances tecnológicos y las nuevas demandas sociales exigen que los abogados sean flexibles y estén dispuestos a adaptarse. No se apeguen a las tradiciones solo por comodidad. Exploren nuevas herramientas digitales, aprendan sobre inteligencia artificial aplicada al derecho y adopten enfoques innovadores para resolver problemas jurídicos.

7. Nunca olviden para qué sirve la justicia

La justicia no es un ideal abstracto; es una responsabilidad concreta. Su trabajo debe estar guiado por un compromiso con la verdad, la equidad y el bienestar de la sociedad. Recuerden que, como abogados, no trabajan para su propio beneficio, sino para servir a los demás. Tomen decisiones que reflejen un profundo sentido de responsabilidad hacia quienes confían en ustedes.

8. Aprendan a comunicar bien

Las palabras son las herramientas más poderosas que tienen. Un abogado que no sabe expresar sus ideas, tanto oralmente como por escrito, pierde su capacidad de persuadir y defender. Practiquen la claridad, la lógica y la estructura en sus discursos y documentos. Sean concisos, pero impactantes. Aprender a argumentar y persuadir es una habilidad que los diferenciará de los demás.

9. Aprendan a trabajar en equipo

El derecho no es un esfuerzo solitario. Rodearse de colegas, aprender a delegar y colaborar con otros profesionales enriquecerá su práctica y les permitirá asumir retos más grandes. Fomenten una cultura de trabajo en equipo, donde todos aporten y se enriquezcan mutuamente. Los grandes logros suelen ser resultado de esfuerzos colectivos.

10. Practiquen la empatía

Detrás de cada expediente hay una persona con sueños, miedos y esperanzas. La empatía es fundamental para comprender las verdaderas necesidades de sus clientes y buscar soluciones que no solo sean legales, sino también humanas.

Deseo con todo mi corazón que estos breves consejos puedan ayudarles en su formación, que aprendan a dominar los vicios que se les presenten en el camino y desarrollen sus virtudes como seres humanos y abogados para alcanzar la excelencia. ¡Mucho éxito!