Sin exageraciones narrativas podemos decir que todo el mundo y México estamos pendientes del resultado de la elección presidencial del próximo martes 5 de noviembre en los Estados Unidos de América. No es para menos dado que se trata de la primera potencia mundial y es el gobierno que se ejerce desde Washington DC -capital de aquel país- el que marca, por mucho, el destino de la humanidad (también sin exageración narrativa). Según el último reporte de la Organización de las Naciones Unidas de julio pasado, la población mundial supera los 8 mil millones de personas (8,200 millones es el estimado) y la consultora World Population Review nos revela que India es el país más poblado del mundo superando ya a China con 1,441 millones de personas contra 1,425 millones, respectivamente. Nuestro país vecino del norte, Estados Unidos de América, ocupa el tercer lugar dentro de los países más poblados del orbe con 341 millones de personas y México ocupa el lugar décimo a nivel global con 130 millones de mexicanos.
Es conveniente recordarnos, y recordarles a las nuevas generaciones de adultos, que los mexicanos somos vecinos del país que en la década de los noventa (hace apenas 35 años, con el fin de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas = URSS) se convirtió, otra vez sin exageraciones, en la única superpotencia mundial y en la economía más fuerte y dinámica del mundo con un fuerte dominio del comercio, las inversiones, telecomunicaciones y en los avances tecnológicos. La elección de pasado mañana en Estados Unidos de América en la que compiten Kamala Harris y Donald Trump por la presidencia es para tomar las riendas del poder económico, político y militar más importante del planeta. Y no es exageración.
Por lo tanto, y como es entendible, aunque el gobierno norteamericano tiene muchos temas globales que atender con otras potencias mundiales que son sus competidores como Rusia o China es preciso señalar que México es, sin exagerar, una de sus principales prioridades tanto porque compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera, como porque en el territorio norteamericano habitan más de 35 millones de personas de origen mexicano y, también, porque nuestra relación comercial actual registra una interdependencia bilateral enorme ya que de acuerdo a los datos más recientes del Banco de México el 83.1% de las exportaciones de México son a EE. UU., de todo lo que importamos el 40.5% viene de ese país y el balance comercial entre ambos países en 2024 es de US$168,784M, razón por la cual entenderemos que de los 14 acuerdos comerciales internacionales vigentes firmados por México con 46 países el más importante de todos, sin exagerar, es el Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá. Además, y por si eso fuera poco, y de nuevo, perdón, pero sin exagerar, la realidad de la geopolítica nos advierte que somos parte obligada del bloque de América del Norte que comanda el gobierno de EE. UU. mismo que está inmerso en una profunda confrontación con China y por lo tanto nuestra vecindad se convierte en un tema de seguridad regional que debemos tener claro. Dicen algunos que más que un nearshoring asistimos a un security-shoring (Carlos Heredia Zubieta) lo que implica dinámicas y decisiones de otro orden y que aunque sin duda hay matices en los estilos entre Kamala Harris y Donald Trump lo cierto es que, sin exagerar, es muy probable que enfrentemos una gran ofensiva contra los migrantes, amenazas de deportaciones masivas de mexicanos, de cierre de frontera, y combate directo a las bandas del narcotráfico sin respeto a la soberanía nacional y, por supuesto, la anunciada imposición de aranceles a los productos que exportamos a esa nación, entre otras medidas.
A 48 horas de los comicios en Estados Unidos podemos decir, sin exagerar, que la moneda está en el aire y que no hay una tendencia clara que augure o pronostique con seguridad algún resultado. Según la actualización de FiveThirtyEight que hace un sondeo nacional en aquel país revela que Kamala tiene un 47.9% de la preferencia mientras que Trump cuenta con un 46.8% y con una tendencia creciente. Por su parte, la consultora American Puls Research & Polling ubica a Harris con dos puntos arriba 49% contra 47% de Trump, lo mismo que refleja AtlasIntel. Sin embargo, el día de ayer TIPP Insights publicó sus resultados en los que prevé un empate entre ambos candidatos y en donde cada uno obtendría el 48% de los sufragios (de acuerdo con esta investigación, un 1% de los consultados afirmó que elegirá a otro candidato y un 3% reconoció que aún no sabe por quién votará). Por lo tanto, sin exagerar, podemos afirmar que tanto México como el Mundo estamos en vilo, a la expectativa, con la incertidumbre, con la inquietud y zozobra ante la elección presidencial en los Estados Unidos de América que se llevará a cabo el martes 5 de noviembre. Hay que estar muy atentos porque lo que suceda tendrá un impacto mundial y afectará a los más de 8 mil millones de personas que poblamos este hermoso mundo.
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