La polémica con los protagonistas de El proyecto de la bruja de Blair y la falta de reconocimiento que enfrentaron tras el éxito de la cinta

Una obra revolucionaria y de bajo presupuesto que cambió el cine de terror

El proyecto de la bruja de Blair, estrenada en 1999, se ha consolidado como una de las películas de terror más influyentes de la historia. Su éxito fue sorprendente, considerando que se filmó con tan solo 35 mil dólares y recaudó más de 248 millones a nivel mundial. La historia se centra en tres estudiantes que se adentran en un bosque para documentar la leyenda de la Bruja de Blair y desaparecen, dejando su material de grabación como único testimonio de su investigación.

La grabación se realizó de manera experimental: los actores Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard recibieron entrenamiento para operar cámaras y grabar el sonido, además de improvisar la mayor parte de las escenas sin guion. Sin embargo, el éxito de la cinta fue una experiencia agridulce para estos protagonistas.

Contratos de bajo beneficio y una canasta de frutas como “compensación”

Los actores firmaron contratos con Haxan Films que les prohibieron hablar del proyecto para mantener el misterio de la historia. Se les ofreció solo el 1% de las ganancias si la película generaba un millón de dólares, pero nunca recibieron una compensación significativa. Artisan Entertainment, que compró los derechos de la cinta en el Festival de Sundance por 1.1 millones de dólares, siguió esta estrategia de “desaparición” de los actores, prohibiéndoles dar entrevistas o asistir a eventos, para que el público pensara que el material era real. Los actores no recibieron los beneficios esperados a pesar del éxito en taquilla, y en su lugar, les enviaron una canasta de frutas como “reconocimiento” cuando la cinta alcanzó los 100 millones de dólares en ganancias.

Demandas, disputas y carreras estancadas

Años después, los actores enfrentaron problemas con Artisan Entertainment y posteriormente con Lionsgate, quien adquirió Artisan en 2003. En 2002, Donahue, Williams y Leonard demandaron por el uso de sus nombres e imágenes en la secuela Book of Shadows: Blair Witch 2. Aunque ganaron una compensación de 300 mil dólares en 2004, la cifra fue ínfima comparada con los millones que la película generó.

El uso de los nombres reales de los actores también les dificultó conseguir nuevos papeles en Hollywood, ya que muchos directores los veían como personajes de una historia real en lugar de actores versátiles.

El conflicto con Lionsgate y la petición de un reconocimiento retroactivo

En 2024, con la planeación de un reinicio de la franquicia por parte de Lionsgate y Blumhouse, el elenco original publicó una carta en la que exigen que la productora consulte a los actores para cualquier proyecto futuro relacionado con El proyecto de la bruja de Blair. Asimismo, piden compensaciones residuales y el establecimiento de una beca para apoyar a cineastas emergentes en el género, como una manera de reconocer el impacto de su trabajo en la industria.