El enigma que envuelve la desaparición de Andrew “Sandy” Irvine en 1924 durante su intento de alcanzar la cima del Monte Everest ha mantenido a la comunidad alpinista en vilo durante un siglo. Sin embargo, recientes hallazgos podrían ofrecer nuevas respuestas. En octubre de 2024, National Geographic anunció un descubrimiento que ha reavivado el interés en la historia del alpinista británico, cuya vida se apagó en las alturas del Himalaya. En una expedición dirigida por el fotógrafo y documentalista Jimmy Chin, se encontraron restos que podrían pertenecer a Irvine, lo que ha desatado una nueva ola de especulaciones sobre el destino de este explorador y su compañero, George Mallory.
Un Hallazgo Sorprendente en el Glaciar Rongbuk
La búsqueda de Irvine ha sido una constante en las expediciones de alpinismo desde que él y Mallory desaparecieron hace exactamente 100 años. En septiembre de 2024, un equipo de National Geographic, liderado por Chin, acompañado de los cineastas Erich Roepke y Mark Fisher, emprendió una exploración en la cara norte del Everest, concretamente en el glaciar Rongbuk. Fue allí donde encontraron una bota y un calcetín con las iniciales “A. C. Irvine”. Dentro de la bota, restos humanos parcialmente conservados apuntaban a que el misterio de Irvine podría estar más cerca de resolverse.
El equipo solicitó la intervención de la Asociación de Montañismo China-Tíbet (CTMA) para realizar pruebas de ADN y confirmar si estos restos pertenecen realmente a Andrew Irvine. Si se verifica, sería uno de los descubrimientos más importantes en la historia del alpinismo, acercando a los expertos a responder una de las grandes incógnitas: ¿lograron Irvine y Mallory ser los primeros en alcanzar la cima del Everest?
Andrew “Sandy” Irvine: Ingeniero y Alpinista en Búsqueda de la Cima
Andrew Irvine, de apenas 22 años, era estudiante de ingeniería en Oxford cuando fue seleccionado para la tercera expedición británica al Everest. Aunque su inexperiencia como escalador fue motivo de críticas, su habilidad técnica fue crucial para mejorar el rendimiento de los equipos de oxígeno que serían vitales en el ascenso. Su participación junto a George Mallory, un alpinista de renombre, tenía como objetivo convertirse en los primeros seres humanos en alcanzar la cumbre del Everest.
El 8 de junio de 1924, Mallory e Irvine fueron vistos por última vez a las 12:50 p.m., a unos 300 metros de la cima. Luego, se desvanecieron en la inmensidad de la montaña, dejando tras de sí un legado de misterio y valentía. Durante décadas, su paradero ha sido un tema de especulación. ¿Lograron alcanzar la cumbre antes de desaparecer? ¿Fueron víctimas de una avalancha o del agotamiento en su descenso?
Un Misterio que Perdura: La Búsqueda de la Cámara Kodak
Entre los objetos clave que podrían desentrañar el misterio se encuentra una cámara de bolsillo Kodak Vest, que Irvine y Mallory llevaban consigo. Se cree que, de ser recuperada, podría contener imágenes que confirmarían si ambos alpinistas alcanzaron la cumbre antes que cualquier otro ser humano. Sin embargo, hasta la fecha, la cámara sigue desaparecida. En 1999, el cuerpo de George Mallory fue encontrado en un sorprendente estado de conservación, pero no había rastro de la cámara ni de la fotografía que Mallory prometió dejar en la cima como tributo a su esposa.
El hallazgo del equipo de National Geographic ha renovado la esperanza de encontrar dicha cámara, un objeto que podría cambiar la historia del alpinismo mundial. La comunidad escaladora espera ansiosa más descubrimientos que puedan surgir de la nueva zona de búsqueda, cuyo acceso está siendo cuidadosamente restringido para evitar la llegada de buscadores no autorizados.
¿Quiénes Fueron Realmente los Primeros en Alcanzar el Everest?
Durante casi un siglo, el logro de haber alcanzado por primera vez la cima del Everest ha sido atribuido a Edmund Hillary y Tenzing Norgay, quienes lograron esta hazaña el 29 de mayo de 1953. No obstante, si Irvine y Mallory lograron llegar a la cima en 1924, este récord podría ser reescrito. La posibilidad de que ambos alcanzaran la cumbre antes de su trágica desaparición sigue siendo un tema de debate en la comunidad alpinista.
Kodak ha indicado que el rollo de la cámara, en caso de ser encontrado, podría revelar imágenes intactas gracias a las bajas temperaturas en el Everest, que habrían preservado el material en blanco y negro. Si se confirma este descubrimiento, el equipo de National Geographic podría cambiar la narrativa de una de las más grandes proezas deportivas del siglo XX.
El Cierre de un Ciclo para la Familia Irvine
Más allá del impacto en la historia del alpinismo, el descubrimiento de los restos de Irvine podría brindar un cierre simbólico a su familia, que ha esperado durante un siglo para conocer el destino final de su ser querido. Jimmy Chin destacó la importancia de este hallazgo para las familias de los desaparecidos, afirmando que “cuando alguien desaparece y no hay evidencia de lo que sucedió, puede ser un verdadero desafío para las familias”. Este avance, según Chin, no solo es relevante para los historiadores del alpinismo, sino también para el legado personal de Irvine.