La primer semana de Sheinbaum, y las crisis en puerta
Hace apenas una semana que Claudia Sheinbaum rindió protesta como presidenta de la República. Muchos estaban expectantes a ver cómo la nueva mandataría encaminaría la dirección de sus políticas públicas. Poco se ha tenido que esperar para que el momento de las decisiones importantes se suscitara. Sheinbaum llegó el momento en el que el país atravesaba una seria crisis constitucional, derivada de la iniciativa de reforma al poder judicial. La iniciativa fue aprobada, y hubo jueces que la calificaron de inconstitucional, mientras que quienes apoyan la reforma, acusan a los jueces de que no puede ser inconstitucional una reforma aprobada por más de dos terceras partes del congreso.
El panorama es tenso, pues ninguna de las dos fuerzas oponentes parece tener intenciones de ceder algo de terreno, o de buscar lazos de conciliación. Y por supuesto, ambas partes parecen esperar alguna reacción de la presidenta. A nosotros nos queda estar pendientes de los próximos movimientos de todas las partes, incluidos los movimientos de la presidenta.
Ahora bien, otro hecho que suma dificultades al gobierno de Sheinbaum es la constante amenaza del crimen organizado, la cual hizo mostrar su descarado poderío esta semana en Chilpancingo. Además de que los habitantes de Sinaloa siguen asediados por lo que ya se ha perfilado como uno de los mayores poderes fácticos del país.
Y cuando no es la crisis constitucional o los poderes fácticos; es la geografía, amenazada por una temporada de huracanes que ha cobrado un sin fin de daños inmuebles, sociales, y desgraciadamente humanos. Pero habrá que ver cómo gestiona el ejecutivo con todas estas problemáticas que estaban en puerta cuando Sheinbaum llegó a la presidencia.
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