Texto y textil: el vestido de Sheinbaum para la toma de protesta
Texto y textil son dos palabras que se relacionan en más de un sentido. Primero llama la atención su parecido fonético, es decir, la similitud del orden de los sonidos que las conforman. Esta semejanza se produce porque ambas provienen de la misma raíz latina Texere, que quiere decir tejer. Tejer es la acción por la cual los hilos se entrelazan. Podemos referirnos a los hilos de un tejido o los de un discurso. Tanto el textil, como el texto son el resultado de un cuidadoso entrelazamiento de hilos o ideas, los cuales se ordenan de una forma especifica para crear algo más grande: un textil o un discurso.
Ahora bien, no solo a nivel etimológico podemos relacionar las palabras “texto” y “textil”, sino que también , como dirían muchos semiólogos, y también amantes de la moda, las prendas de ropa que usamos, hablan de nuestro estado de animo, de nuestra personalidad, de lo que nos gusta y lo que no, etc. En fin, la ropa habla por nosotros, crea un discurso.
Si lo que llevamos puesto, es de alguna forma parte de nuestra expresividad discursiva, entonces cabe platearse la pregunta: ¿Qué dice el discurso en el vestido de Sheinbaum para la toma de protesta? Primero digamos algo acerca de la hechura del vestido. Fue elaborado por Claudia Vásquez Aquino, artesana de Santa María Xadani (Oaxaca), que se dedica a la elaboración de textiles del Istmo de Tehuantepec y que dibuja sus propios diseños, trazos y el bordado.
Esto llama la atención porque forma parte del discurso que ya conocíamos de la 4T. Todos recordamos la toma de propuesta de AMLO, y los disruptivo que fue que llegara en un coche Jeta. Así, un vestido de confección artesanal, refrenda (igual que en su momento el coche de obrador) la cercanía del poder político con el pueblo.
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