La mayoría de las hemorragias (sangrados) nasales se presentan en la parte frontal de la nariz y afectan a una sola fosa nasal. Es posible que algo de sangre drene hacia la parte posterior de la nariz y llegue a la garganta. Típicamente, estas hemorragias nasales no son graves y, por lo general, puede tratarlas usted mismo en el hogar.
Un tipo de hemorragia nasal menos común, pero más grave, se origina en la parte posterior de la nariz y, con frecuencia, afecta a ambas fosas nasales. Es posible que grandes cantidades de sangre vayan hacia la parte de atrás de la garganta. Este tipo de hemorragia nasal puede presentarse con mayor frecuencia en adultos mayores debido a las afecciones de salud que podrían tener. Para controlar el sangrado que se presenta como consecuencia de este tipo de hemorragia nasal, necesitará tratamiento de un médico.
Cómo detener una hemorragia nasal
Siga estos pasos para detener una hemorragia nasal:
1. Inclínate hacia adelante
2. Pellizca la fosa nasal sangrante
3. Aplicar hielo en la nuca.
Cómo prevenir las hemorragias nasales
Después de que haya detenido una hemorragia nasal, los siguientes consejos podrían prevenir que la hemorragia nasal se presente nuevamente:
Evite sonarse la nariz con fuerza.
No se hurgue la nariz.
Evite levantar objetos o esforzarse después de una hemorragia nasal.
Eleve la cabeza con almohadas mientras duerme.
Aplíquese una capa delgada de gel nasal a base de agua o de agua salada, como NasoGel, o una crema nasal antiséptica dentro de la nariz.
No use aspirina ni otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como ibuprofeno o naproxeno por 3 o 4 días. Podría usarse acetaminofén, como Tylenol, para aliviar el dolor. Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta. Hable con su médico acerca de dejar de tomar cualquier medicamento que esté tomando actualmente.
No use antihistamínicos, descongestionantes ni aerosoles nasales medicinales sin receta.
Las hemorragias nasales pueden producirse en las personas que tienen resfriados o síntomas de fiebre del heno (rinitis) crónica (goteo retronasal, estornudos, o goteo, congestión o comezón nasal) debido a que los tejidos nasales se inflaman y se irritan. Usar medicamentos podría aliviar los síntomas, lo que puede dar lugar a menos inflamación e irritación y a menos hemorragias nasales. Pero el uso excesivo de medicamentos para la alergia podría provocar hemorragias nasales debido a sus efectos secundarios, que ocasionan sequedad excesiva.