Volodimir Zelenski y Donald Trump están reunidos en estos momentos en la Torre Trump de Nueva York. “Es un honor tener al presidente con nosotros. Ha pasado por muchas cosas, como probablemente nadie más en la historia. Vamos a tener una discusión y a ver lo que sale de ella”, ha dicho el republicano en una breve declaración ante los medios antes de comenzar la reunión. “Creo que tenemos la visión común de que hay que detener la guerra en Ucrania, que Putin no puede ganar y que Ucrania debe prevalecer”, le ha respondido Zelenski: “Y quiero discutir contigo los detalles de nuestro plan de la victoria”.
El presidente de Ucrania es consciente de que, ante una victoria del republicano en las elecciones de noviembre, su país corre el riesgo de perder el apoyo económico y militar que le ha permitido resistir durante casi tres años a la invasión rusa. “Es muy importante compartir nuestro plan para fortalecer Ucrania. Tenemos que decidirlo ahora, porque después de noviembre, no sabemos quién será el presidente”, ha reconocido, “por eso he decidido reunirme con ambos candidatos”.
El encuentro llega un día después de las reuniones que mantuvo Zelenski en la Casa Blanca con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, en las que también les presentó su “plan de la victoria”, que incluye la autorización del uso de misiles de largo alcance en las profundidades del territorio ruso y la admisión inmediata de Ucrania a la OTAN, dos propuestas a las que Biden se sigue resistiendo por el temor de una escalada. Poco antes de la reunión, el presidente anunció un nuevo paquete de ayuda valorado en 7.900 millones de dólares.
El encuentro de Zelenski con el hombre que lidera la oposición a esta asistencia, que ya asciende a 52.000 millones desde que Rusia invadió Ucrania, se presentaba como una oportunidad de convencerle de que Rusia supone una amenaza, no solo para Ucrania, sino para el orden occidental y el interés estratégico de Estados Unidos. También, en la línea con su agenda durante esta semana en el país, en la que dio un discurso en la Asamblea General de la ONU, le ha servido para devolver la atención mediática a un conflicto que ha sido opacado por los acontecimientos recientes en Oriente Medio. Quizás por eso, la reunión ha coincidido con el discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la cumbre del organismo internacional.
“Contamos con la fortaleza de EE.UU.”, le ha recordado al magnate, que presionó durante seis meses para bloquear la aprobación en el Congreso de un paquete de ayuda militar valorado en 61.000 millones de dólares. Aunque finalmente fue aprobado en abril tras un acuerdo bipartidista, el retraso de esa asistencia secó el grifo de Kyiv durante el invierno, en el que sufrió importantes pérdidas territoriales.