Un grupo de investigadores austríacos ha identificado una preocupante correlación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y una mayor presencia de microplásticos en el cuerpo.
Según los resultados de un estudio piloto, publicados en ‘Science of The Total Environment’, las personas que consumen ultraprocesados ingieren más microplásticos que aquellas que optan por alimentos frescos.
El uso de envases y utensilios de plástico, por el contrario, no mostró una influencia importante en la presencia de estas micropartículas detectadas en el organismo.
El estudio lo ha dirigido Christina Hartmann, de la Agencia Federal de Medio Ambiente de Austria, y en él han participado 15 personas, de entre 24 y 43 años, residentes en Viena y alrededores.
“Los participantes registraron todos los alimentos y bebidas consumidos durante todo el periodo de estudio”, explicó Hartmann este jueves a EFE. Además, entregaron muestras fecales al laboratorio de la Agencia para su análisis.
A los participantes se les pidió que alteraran sus hábitos durante dos semanas: en una primera fase, debían preparar y consumir alimentos que habían estado en contacto con la mayor cantidad posible de plástico, como envases o utensilios de cocina.
En una segunda fase, pasaron varios días evitando cualquier contacto con plástico en sus alimentos, utilizando recipientes de vidrio y utensilios de acero inoxidable.
Al finalizar el experimento, se encontraron partículas de microplásticos en todas las muestras de heces analizadas. De promedio, había entre tres y cuatro partículas por gramo de heces.