El 25 y 26 de septiembre de 2024, la Ciudad de México experimentó una serie de microsismos que generaron inquietud entre sus habitantes, especialmente debido a la frecuencia con la que ocurrieron estos eventos en tan corto tiempo. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó el primero de estos movimientos la noche del 25 de septiembre, con una magnitud de 2.5 en la alcaldía Miguel Hidalgo, seguido por dos microsismos más, de 2.4 y 2.3, ambos con epicentro en la alcaldía Benito Juárez.
¿Qué es un microsismo?
Los microsismos son temblores de baja magnitud, generalmente inferiores a 3.0 en la escala de Richter, que ocurren cerca de la superficie terrestre. A pesar de su baja intensidad, estos movimientos pueden ser percibidos en áreas cercanas a su epicentro, como sucedió en distintas zonas de la Ciudad de México. El Instituto de Geofísica de la UNAM y el SSN señalan que los microsismos no suelen causar daños significativos, pero en una ciudad de alta densidad poblacional y con un suelo tan particular como el de la capital mexicana, incluso los temblores menores pueden generar preocupación.
Origen de los microsismos en la Ciudad de México
En la Ciudad de México, los microsismos pueden ser consecuencia de diversas condiciones geológicas y urbanas. Los expertos del Instituto de Geofísica de la UNAM explican que estos movimientos telúricos suelen originarse por pequeñas fracturas en la corteza terrestre, relacionadas con la actividad tectónica o, en algunos casos, con factores como explosiones subterráneas, hundimientos del terreno o movimientos de tierra provocados por fuertes lluvias. La interacción entre las placas tectónicas y las características del subsuelo lacustre de la ciudad contribuye a la ocurrencia de estos eventos.
Microsismos y grandes sismos: ¿Existe relación?
Algunas teorías apuntan a que los microsismos podrían ser repercusiones tardías de grandes sismos ocurridos en otras partes del país, como en las costas del Pacífico mexicano, una región de alta actividad sísmica. Tras un fuerte sismo, la liberación de energía puede causar ajustes en zonas alejadas del epicentro principal, como la Ciudad de México, generando pequeños movimientos como los registrados en las últimas horas.
Recomendaciones ante la ocurrencia de microsismos
Aunque los microsismos son eventos de baja magnitud que rara vez provocan daños materiales, es importante estar preparados para actuar adecuadamente en caso de sismos más fuertes o recurrentes. Las autoridades recomiendan seguir estos protocolos de seguridad:
- Mantener la calma: Evitar el pánico y mantenerse informado a través de fuentes oficiales.
- Revisar las estructuras: Después de un sismo, por más leve que sea, es importante inspeccionar edificios y hogares para descartar daños estructurales.
- Tener un kit de emergencia: Mantener un kit con alimentos no perecederos, agua, linternas, pilas y artículos de primeros auxilios.
- Seguir las indicaciones de las autoridades: Estar atento a los avisos emitidos por el SSN y otras instituciones de protección civil.