Enfrentamiento entre facciones por la planta de Jasso escala con armas de fuego y violencia física, generando tensión en la región.
Un intento de toma de las instalaciones de la planta cementera de Cruz Azul en Jasso, Hidalgo, terminó en violencia la mañana de hoy, dejando un saldo de nueve personas heridas. Entre los lesionados se encuentran siete individuos con golpes y fracturas, y dos más con heridas de bala. El incidente es el más reciente episodio de una prolongada disputa entre dos facciones que buscan el control de la cooperativa.
Contexto del conflicto
La planta de Cruz Azul, situada en la localidad de Jasso, ha sido un punto de tensión entre dos grupos que se disputan el liderazgo de la cooperativa. Por un lado, se encuentra el grupo encabezado por Víctor Velázquez, quien también dirige el club de fútbol Cruz Azul y controla otros activos de la cooperativa. Por otro lado, Francisco Sarabia, junto a un grupo de cooperativistas hidalguenses, reclama la titularidad de la planta y otros bienes de la cooperativa.
Este conflicto no es nuevo; en abril de 2022, un enfrentamiento similar en la planta de Cruz Azul resultó en ocho muertos y doce heridos, lo que evidencia la escalada de violencia que ha marcado esta disputa. Ambos bandos se acusan mutuamente de corrupción, desvío de recursos y la apropiación ilegal del patrimonio de la cooperativa.
Detalles del enfrentamiento
El gobierno de Hidalgo informó que, en esta ocasión, los agresores llegaron en cuatro autobuses procedentes del Estado de México, armados con palos, machetes y un arma de fuego. Al ser interceptados por fuerzas de seguridad, se les confiscó un arma y nueve cartuchos, según lo reportado por el gabinete de seguridad en una conferencia de prensa.
El coordinador jurídico del gobierno de Hidalgo, Raúl Serret Lara, señaló que este conflicto legal tiene sus raíces en septiembre de 2018, cuando uno de los grupos involucrados convocó a los socios cooperativistas para elegir una nueva directiva. Desde entonces, el proceso ha sido objeto de múltiples impugnaciones legales, y no existe aún una resolución oficial que otorgue legitimidad a alguna de las facciones en disputa.
Repercusiones sociales y medidas de seguridad
El enfrentamiento generó una fuerte movilización de seguridad en la región, con la participación del Ejército y la Guardia Nacional. Las autoridades también ordenaron la suspensión de clases en todos los niveles educativos en la localidad de Jasso y pidieron a la población que no saliera de sus hogares.
El secretario de Seguridad Pública de Hidalgo, Salvador Cruz Neri, explicó que las autoridades detectaron la movilización de unas 300 personas en autobuses y camionetas, quienes intentaban tomar la planta por la fuerza. Hasta el momento, se ha reportado la detención de 130 personas, así como el aseguramiento de un autobús y una camioneta provenientes del Estado de México y Oaxaca, respectivamente.
Heridos y situación hospitalaria
Entre los heridos más graves se encuentra Irving M.G., un joven de 21 años originario del Estado de México, quien recibió un disparo en el abdomen y fue sometido a cirugía. Afortunadamente, su estado de salud es estable. Otros lesionados fueron trasladados a hospitales en Tula, donde se reportaron casos de fracturas, golpes y contusiones, con edades comprendidas entre los 32 y los 62 años. La mayoría de los heridos provienen de municipios del Estado de México como Nezahualcóyotl, así como de la Ciudad de México.
Implicaciones y futuro del conflicto
Este último enfrentamiento añade una capa más de incertidumbre a un conflicto que no parece tener una pronta solución. Las autoridades estatales, encabezadas por el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, han expresado su preocupación por el impacto que esta disputa tiene en la estabilidad de la región. Aunque se trata de un conflicto entre particulares, el gobierno de Hidalgo ha mostrado interés en que se resuelva de manera pacífica, dado que la violencia y la incertidumbre afectan no solo a los cooperativistas, sino también a la población civil.
La planta de Cruz Azul en Jasso es solo una de las múltiples instalaciones de la cooperativa en el país. Con activos en Puebla, Tlaxcala, Aguascalientes e Hidalgo, la cooperativa posee un patrimonio significativo que incluye hospitales, hoteles y un equipo de fútbol. Esto ha intensificado la pugna por el control de la cooperativa, haciendo que ambos grupos involucrados recurran a la violencia para defender sus intereses.
A pesar de la gravedad de los hechos, hasta el momento no hay una resolución legal que otorgue la razón a alguno de los bandos. Las autoridades continúan investigando los hechos y revisando los procedimientos legales relacionados con la titularidad de la cooperativa.