Tranquilidad para Todos: Asegura el futuro de tu Mascota en tu Testamento y Previsión Funeraria
Este mes se celebra en nuestro país la campaña “Septiembre, mes del testamento”, organizada en colaboración con el gobierno, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano y los Colegios Estatales de Notarios. Su objetivo es concientizar a las personas sobre la importancia de dejar por escrito el destino de sus bienes, tanto materiales como aquellos con valor sentimental.
En este contexto, Adrián Rodríguez-Granada Madrid, General Manager de Pets in the Sky, sugiere que quienes han integrado una mascota a su familia (ya sea perro, gato, pez, tortuga, conejo, etc.) consideren incluirla en su testamento asegurándose que al partir alguien se hará cargo de ellas. Esto asegura que, durante su vida, cuenten con cuidados adecuados, y al momento de partir, estas mascotas tengan una despedida digna. Para ello, recomienda contar con un plan de previsión funeraria para mascotas, lo cual evitaría a la persona que se quede con ellas la incertidumbre sobre qué hacer en ese difícil momento.
El testamento es un documento legal en el que una persona establece cómo desea que se distribuyan sus bienes tras su fallecimiento. Sin este, es imposible conocer las intenciones del difunto. En el caso de las mascotas, que juegan un papel cada vez más importante en la vida de las personas, es recomendable especificar quién se hará cargo de ellas, previo acuerdo con el futuro cuidador.
Rodríguez-Granada Madrid subraya la relevancia de tener un testamento y, además, un plan de previsión funeraria para mascotas. Ambos documentos ofrecen tranquilidad al dueño, asegurando que sus seres queridos, incluyendo sus animales de compañía, estarán en buenas manos. Estos actos de previsión no solo evitan problemas futuros, sino que también permiten despedir a esos fieles compañeros de vida de manera adecuada.
En otras palabras, no solo debemos asegurar el futuro de nuestras mascotas en caso de faltarles, sino que también, debemos asegurarles una despedida digna garantizada con un plan de previsión, de tal modo que su nueva familia sepa a quien recurrir en caso de fallecimiento de la mascota, cumpliendo así la última voluntad de quien fuera su primer compañero humano que se adelantó en este camino que llamamos vida.