Por: Azul Etcheverry
El primer debate entre Kamala Harris, candidata demócrata, y Donald Trump, candidato republicano, en la carrera presidencial en Estados Unidos, tuvo lugar el pasado martes en Filadelfia, Pensilvania. La cuna de independencia de ese país y un estado clave en la elección fueron testigos de esta primera discusión entre ambos candidatos.
Filadelfia, como una ciudad diversa y vibrante, se hizo sentir con protestas y miles de personas en las calles manifestando su apoyo a uno y otro candidato. La ciudad bien podría ser un reflejo de toda la sociedad estadounidense y de las realidades tan complejas en todo el país: la historia, raíces y los valores esenciales de esa nación conviven con una actualidad heterogénea y multicultural llena de migrantes y
perspectivas diferentes.
¿Por qué es importante mantenernos atentos a la contienda presidencial estadounidense? Ese país, aún con todas las dudas actuales a su liderazgo, sigue ejerciendo una influencia importante sobre el mundo, como mexicanos, nos guste o no, es la relación más importante para nuestro país y la personalidad e ideales de su líder van a moldear el futuro de la relación con Mèxico.
Desde el inicio, Kamala Harris mostró mucha seguridad y firmeza al salir al escenario e inmediatamente dirigirse hacia Trump para estrechar su mano. Este gesto, aparentemente simple, marcó el resto del debate y resume la dinámica del mismo, una Kamala segura que logró en muchos momentos desconcentrar a Trump.
A la hora de responder preguntas, Harris se mostró fuerte e inteligente, a diferencia de Trump, ella tenía un doble tarea y los expertos han calificado bien como cumplió con ambas: evidenciar a su contrincante y poner planes a futuro convincentes para todos los estadounidenses.
La candidata demócrata logró algo muy complicado para quien domina un estilo sarcástico, agresivo e incendiario, desde el momento del saludo logró poner a Trump a la defensiva. Frente a lo ofensivo que puede llegar a ser el candidato republicano, la respuesta de Harris fue la sorpresa en su discurso combinado con una muy buena claridad respecto a temas clave como migración, salud reproductiva y aborto.
Trump no pudo reponerse desde el saludo de manos, después de ese momento fue de tropiezo en tropiezo, refugiándose en el tema en donde Harris no fue tan convincente, el migratorio, pero abordándolo desde una perspectiva ridícula que incluía teorías conspirativas, el candidato se vio mal y se escuchó aún peor.
Kamala evocó a la emoción de los estadounidenses mientras Trump a la ignorancia, probablemente este debate no defina la elección pero tal vez si sea suficiente para cambiar la mente de unos cuantos que quieran algo mejor para ese país que un segundo mandato de Trump.