Portugal atraviesa una grave crisis debido a los incendios forestales que arrasan el norte del país, causando al menos seis muertes y forzando la evacuación de un número indeterminado de residentes. En medio de condiciones cálidas y secas, cinco mil bomberos luchan por controlar los múltiples focos que han puesto al límite a las brigadas de emergencia, mientras que las autoridades aún no han emitido un informe definitivo sobre el número de afectados.
Bomberos en la primera línea de combate
Entre las víctimas, se cuentan cuatro bomberos, tres de los cuales murieron en un trágico accidente mientras se desplazaban por carretera, aunque aún se desconoce si el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por las llamas antes o después de estrellarse. Un bombero adicional falleció debido a una afección no especificada mientras realizaba sus labores. Además, las autoridades confirmaron la muerte de dos civiles: uno a causa de quemaduras y otro debido a un paro cardíaco.
La cifra de heridos supera las 50 personas, mientras los incendios continúan extendiéndose por diversas zonas del país. El distrito de Aveiro, al sur de Oporto, es uno de los más afectados, con viviendas destruidas hasta los cimientos en localidades como Castro de Aire.
Evacuaciones y zonas afectadas
Las llamas han consumido extensas áreas de terreno, y las evacuaciones continúan a medida que los incendios avanzan sin control. Las autoridades no han proporcionado aún el número exacto de personas desplazadas, pero se estima que muchos han tenido que abandonar sus hogares ante el peligro inminente.
La situación ha obligado a las autoridades portuguesas a extender la alerta por incendios hasta el jueves, prohibiendo el uso de maquinaria agrícola pesada para evitar que las chispas provoquen nuevos focos de fuego. Sin pronósticos de lluvia a la vista, el panorama sigue siendo alarmante.
Apoyo internacional y respuesta de la UE
Ante la gravedad de la situación, la comunidad internacional ha respondido con rapidez. España, Francia, Italia y Grecia han enviado ocho aviones adicionales para colaborar en las labores de extinción, en un acto de solidaridad europea. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, expresó su apoyo a Portugal a través de un mensaje en redes sociales, agradeciendo la pronta reacción de los países colaboradores.
“Esto es la solidaridad de la UE en su máxima expresión”, declaró von der Leyen, mientras la Unión Europea moviliza recursos para ayudar a controlar la situación.
Recuerdos del devastador 2017
Portugal aún tiene presente el desastre de los incendios forestales de 2017, que dejaron un saldo devastador de más de 120 personas fallecidas y más de medio millón de hectáreas quemadas. El gobierno y la población temen que una tragedia similar vuelva a repetirse, mientras el primer ministro portugués, Luís Montenegro, instó a la calma, pero también a la preparación, advirtiendo que las próximas horas y días serán críticos en la lucha contra el fuego.
La situación en Portugal refleja el creciente riesgo de que los incendios forestales representan para la región, exacerbados por el cambio climático y la sequía persistente, mientras que otras partes de Europa enfrentan inundaciones por lluvias torrenciales.