Durante una audiencia de la Guardia Costera de Estados Unidos, se reveló que las últimas palabras de la tripulación del sumergible Titán, antes de que sufriera una implosión durante su descenso a los restos del Titanic, fueron: “todo bien aquí”. Minutos después, la nave perdió contacto y la tragedia ocurrió, matando a las cinco personas a bordo.
El Titán, operado por OceanGate Expeditions, implosionó a menos de dos horas de iniciar su viaje. Investigaciones posteriores presentaron una recreación del incidente y mensajes intercambiados entre el sumergible y su nave nodriza, el Príncipe Polar, antes de la pérdida de comunicación.
La Guardia Costera continúa investigando las causas del accidente, en un esfuerzo por prevenir tragedias similares en futuras expediciones. Las víctimas incluyen a Stockton Rush, fundador de OceanGate, y otras figuras prominentes como Hamish Harding y Shahzada Dawood.