Viernes 13: misterio y superstición
El viernes 13 es una fecha rodeada de supersticiones que, en París, adquiere un aire aún más místico. Mientras algunos lo ven como un día de buena suerte, otros prefieren evitar cualquier riesgo. La superstición del viernes 13 tiene orígenes religiosos y ha perdurado a lo largo de los años, dando lugar a historias que se entrelazan con la rica cultura y leyendas parisinas.
Origen del viernes 13
El viernes 13 siempre genera opiniones encontradas. Para algunos, es una oportunidad de tentar a la suerte, mientras que para otros, es mejor no salir de casa. La superstición del viernes 13 en Francia proviene de varias fuentes. Dos acontecimientos religiosos parecen haber marcado esta creencia: la crucifixión de Cristo, que tuvo lugar un viernes, y la Última Cena, donde 13 personas estaban presentes, con Judas como el traidor. La combinación del viernes y el número 13 se ha interpretado como un símbolo de mal augurio en muchas culturas.
Curiosamente, esta fecha no es temida de la misma manera en todas partes. En España, es el martes 13 el día que se considera desafortunado, mientras que en Italia, el viernes 17 lleva esa carga negativa. A pesar de estas diferencias, el viernes 13 sigue siendo una fecha intrigante que impacta incluso en la economía, ya que algunas personas evitan viajar o realizar grandes compras ese día. Según estimaciones, cada viernes 13 representa una pérdida de entre 650 y 730 millones de euros debido a la disminución en la actividad económica.
París y sus supersticiones
París, además de ser conocida por su belleza, tiene un lado místico alimentado por leyendas urbanas y creencias populares que siguen vivas en la cultura local. Desde tumbas que cumplen deseos hasta fuentes que prometen fidelidad, la Ciudad de la Luz ofrece una rica variedad de historias que mantienen a los supersticiosos atentos.
La tumba de Allan Kardec
En el famoso cementerio Père Lachaise, la tumba de Allan Kardec, fundador del espiritismo, es uno de los lugares más visitados. Su mausoleo tiene una extraña reputación: se cree que, si una persona toca el busto de Kardec y pide un deseo, este puede cumplirse. Si el deseo se realiza, la persona debe regresar con flores para agradecer. Esta leyenda ha perdurado tanto que ahora hay una nota en la tumba disuadiendo a los visitantes de intentarlo.
La fuente de la fidelidad
Otra leyenda parisina habla de una fuente ubicada en la plaza Suzanne Buisson, en Montmartre. Se dice que beber agua de esta fuente, donde supuestamente el obispo Saint-Denis lavó su cabeza después de ser decapitado, garantiza la fidelidad en el matrimonio. Aunque la fuente está seca, la creencia aún sobrevive entre los locales.
La tumba de Victor Noir
En otra parte de Père Lachaise, la tumba del periodista Victor Noir también tiene su propia leyenda. Noir fue asesinado a los 21 años, y su tumba incluye una escultura de su cuerpo en tamaño real. Las mujeres que desean tener hijos suelen tocar la parte de la estatua que representa su entrepierna, ya que se cree que esto les concederá fertilidad. El brillo en esa parte de la escultura da testimonio de cuántas personas han creído en esta superstición.
Leyendas urbanas en la vida moderna
Aunque muchas de estas creencias puedan parecer arcaicas, siguen siendo parte del folclore urbano de París. Los estudiantes, por ejemplo, tienen la tradición de frotar el pie de la estatua de Michel de Montaigne en el Barrio Latino, esperando que esto les traiga suerte en sus exámenes. Y en los jardines del Palacio Real, se cree que lanzar una moneda en la fuente subterránea mientras se pide un deseo asegura que este se cumplirá.
Estas leyendas y supersticiones no solo añaden un aire místico a la vida cotidiana en París, sino que también atraen a turistas y curiosos que desean experimentar un poco de esa magia. Aunque las creencias varían, el viernes 13 sigue siendo un día lleno de misterio para muchos.
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