A pesar de que la temporada de lluvias ha traído precipitaciones a gran parte del territorio mexicano, el Sistema Cutzamala, una de las principales fuentes de agua para la Ciudad de México y el Estado de México, aún no ha logrado recuperar sus niveles óptimos. Este fenómeno ha generado inquietud entre los ciudadanos que se preguntan por qué, a pesar de la constante lluvia, el nivel de almacenamiento sigue estando alrededor del 47%. En este artículo, analizamos las razones detrás de esta situación y lo que se necesita para mejorar el nivel de agua en este crucial sistema hídrico.
¿Qué es el Sistema Cutzamala?
El Sistema Cutzamala es un complejo sistema de infraestructura hídrica que abastece de agua potable a gran parte de la Zona Metropolitana del Valle de México. Este sistema no se compone de una sola presa, sino de una red de presas, canales, plantas de bombeo y plantas potabilizadoras que se extienden entre los estados de México y Michoacán. Entre las presas más importantes del sistema se encuentran Tuxpan y El Bosque en Michoacán, y Colorines, Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo y Chilesdo en el Estado de México. Su correcto funcionamiento es fundamental para el suministro de agua de más de 20 millones de habitantes.
¿Por qué el Cutzamala no se ha llenado a pesar de las lluvias?
La respuesta a esta pregunta no es simple, ya que involucra una combinación de factores meteorológicos, geográficos y de infraestructura. De acuerdo con Alejandra Margarita Méndez, coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), aunque este año ha habido lluvias significativas en varias partes de México, las presas del Sistema Cutzamala no han recibido suficiente agua por la falta de fenómenos meteorológicos que impacten directamente en esa región.
Uno de los principales factores que influyen en los niveles de agua del Cutzamala son las ondas tropicales que provienen del Atlántico. Sin embargo, durante esta temporada, la mayoría de estas ondas han impactado regiones más al sur, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Colima, sin alcanzar a las presas del Cutzamala. La localización geográfica de estas presas las hace dependientes de fenómenos meteorológicos específicos, como sistemas ciclónicos o tormentas tropicales que atraviesen directamente su cuenca.
La Necesidad de Fenómenos Meteorológicos Específicos
Alejandra Méndez señaló que el nivel de agua en las presas del Cutzamala podría mejorar significativamente con la llegada de un sistema ciclónico que impacte la región, tal como sucedió con la tormenta tropical Alberto en Nuevo León. Este tipo de fenómenos tiene la capacidad de traer grandes cantidades de lluvia concentrada en un área específica, lo que podría acelerar la recuperación del nivel de agua en las presas del sistema. Sin embargo, la ausencia de estos fenómenos en la zona del Cutzamala ha hecho que el incremento del nivel de agua sea lento y gradual.
El Estado Actual del Sistema Cutzamala
Hasta principios de septiembre de 2024, el almacenamiento del Sistema Cutzamala se encontraba en un 46.98% de su capacidad total, un aumento respecto al 27.5% que se registró en junio. Este nivel, aunque muestra una recuperación respecto a meses anteriores, sigue siendo inferior al promedio histórico del 58.6% para esta época del año.
Es importante destacar que el Sistema Cutzamala no solo depende de las lluvias para mantener sus niveles óptimos. También hay factores de infraestructura, como la capacidad de captación, el almacenamiento, la conducción y la distribución, que juegan un papel crucial en la disponibilidad de agua para la Zona Metropolitana del Valle de México. La infraestructura del Cutzamala requiere mantenimiento continuo y, en algunos casos, mejoras para poder manejar eficientemente el agua captada durante la temporada de lluvias.
¿Qué se puede hacer para mejorar la situación?
El gobierno y las autoridades del agua deben continuar monitoreando el desarrollo de fenómenos meteorológicos y estar preparados para maximizar la captación de agua durante eventos de lluvia intensa. Esto implica no solo mantener la infraestructura en óptimas condiciones, sino también trabajar en planes de contingencia para el manejo de emergencias relacionadas con el agua, como inundaciones o sequías prolongadas.
Asimismo, se deben considerar otras estrategias complementarias, como la promoción del uso racional del agua entre la población y la implementación de tecnologías que permitan una mejor reutilización y conservación del agua disponible. La conciencia pública sobre la necesidad de cuidar este recurso es fundamental para enfrentar los desafíos que se presenten en el futuro.