El pasado 1 de septiembre, los 66 diputados que integran la III Legislatura del Congreso de la Ciudad de México tomaron protesta ante el Pleno de dicho recinto legislativo, iniciando su periodo de funciones que se extenderá desde esta fecha hasta el 31 de agosto de 2027. Durante esta sesión de apertura, se eligió a la nueva Mesa Directiva del Congreso, que será presidida por la diputada de Morena, Martha Ávila Ventura, quien fue designada de manera unánime.
Composición de la III Legislatura
La nueva legislatura estará compuesta mayoritariamente por legisladores de Morena y sus aliados, sumando un total de 46 diputados. Por otro lado, la oposición contará con solo 20 diputados, marcando una clara mayoría para el grupo oficialista dentro del recinto legislativo.
En un movimiento que fortalece aún más la bancada de Morena, se anunció que Nora Arias, diputada electa por el Partido de la Revolución Democrática (PRD); Silvia Sánchez Barrios, del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y Luis Chávez, del Partido Acción Nacional (PAN), se unieron al grupo parlamentario de Morena. Este realineamiento político refuerza la mayoría del partido en el Congreso y podría tener implicaciones significativas en las decisiones legislativas durante este nuevo periodo.
El Liderazgo de Martha Ávila Ventura
Martha Ávila Ventura, quien asumirá la presidencia de la Mesa Directiva, es una figura prominente dentro de Morena. Su designación refuerza la postura de su partido en el Congreso de la Ciudad de México, donde se espera que ejerza un liderazgo firme en la conducción de los trabajos legislativos. Su elección unánime destaca no solo la cohesión de su partido, sino también un posible consenso para mantener la gobernabilidad y el diálogo con las distintas fuerzas políticas.
Implicaciones para la Ciudad de México
Con la instalación de la III Legislatura y la conformación de su Mesa Directiva, se prevé un escenario legislativo dominado por Morena y sus aliados. Esto podría traducirse en un mayor impulso a las políticas y reformas propuestas por el partido, alineadas con la administración capitalina y las directrices del Gobierno Federal.
La oposición, con sus 20 escaños, deberá enfrentar un reto significativo para hacer valer su voz y sus propuestas en un Congreso donde el partido gobernante y sus aliados tienen el control mayoritario. La dinámica que se establezca en este espacio legislativo será crucial para la política local en los próximos años, especialmente en temas de gran relevancia como la seguridad, el desarrollo urbano, la movilidad y los derechos sociales.