El peso se apreció, aunque culminó agosto con pérdidas acumuladas debido a las preocupaciones sobre el potencial impacto de la controvertida reforma al sistema judicial que podría ser aprobada en las próximas semanas.
Por lo pronto, la sesión estuvo marcada por un informe clave de la inflación en Estados Unidos que resultó en línea con las previsiones, reforzando la expectativa de que la Reserva Federal
El peso cerró en 19.7100 por dólar, con un avance del 0.63% frente al precio de referencia de Reuters del jueves, cuando llegó a debilitarse a niveles cercanos a 20 unidades, aunque analistas creen que podría continuar bajo presión.
“Podríamos decir que el peso fue impulsado por las cifras de inflación en EUA y un menor nerviosismo local”, expuso el grupo financiero Monex en un reporte.
El peso culminó agosto con un retroceso acumulado de un 6%, su tercer mes consecutivo de pérdidas desde las elecciones de junio, cuando la aplastante victoria oficialista abrió las puertas a la aprobación de la polémica reforma impulsada por el Gobierno.
En el mes, la moneda fue la divisa más depreciada en la canasta amplia de principales cruces con el dólar, y entre junio, julio y agosto acumuló una caída de 15.87%, la mayor para un periodo de tres meses desde abril del 2020, cuando el peso acumuló una depreciación de 28.28% ante el impacto inicial de la pandemia del Covid-19, de acuerdo con un reporte del grupo financiero Base.
La firma añadió que en lo que va del año el peso acumula una depreciación de 16.14%, ubicándose como la segunda divisa con más pérdidas en la canasta amplia de principales cruces, después del peso argentino, que acumula una depreciación de 17.65%.
“La depreciación del peso durante agosto se debió principalmente a factores internos que generaron aversión al riesgo sobre México. Estos factores también elevan la probabilidad de presiones al alza para el tipo de cambio en los próximos meses”